Junto al Canal de Dios, en la profundidad de los montes del departamento Copo, sobre los límites con Salta, mataron un León Potrillero (puma), que rondaba la vivienda de una humilde familia que temía por la vida de una niña de sólo siete años.

Don Andrés Palavecino, abuelo de la niña de corta edad, aseguró que tuvieron “un encuentro bastante cercano con el puma. No pasó de eso, pero el susto que se agarró la familia ha sido importante. El animal venía a menos de cien metros de la casa, ya lo habíamos logrado avistar dos o tres veces, y siempre logró escabullirse al monte, y esta vez lo sorprendimos arrastrándose en dirección donde jugaba la niña en clara actitud de descargar su instinto de depredador. Esta vez no fuimos nosotros, fueron los perros los que advirtieron su presencia, lo corrieron un buen rato por esos montes y no muy lejos lo hicieron ingresar en una cueva, a pocos metros de donde nace el Canal de Huachana, a los 300 metros donde notros vivimos”.

La madriguera

“Cuando nos fuimos con mi hijo siguiendo el ladrido de los perros, no resultó difícil poder ingresar por lo enmarañado del monte, casi cuatro horas, el puma le peleó a los perros en esa cueva y escuchar la lucha daba miedo, el bicho bramaba y los perros algunos salían heridos y ensangrentados, se reponían y volvían al ataque hasta que luego ya tarde-noche, quedó en silencio y vimos que sólo regresaron tres de los cinco perros, por lo que decidimos volver a casa, suponiendo que el puma había logrado escapar”, relataba vívidamente don Palavecino.

Luego de tomar un respiro, don Andrés volvió a su historia aduciendo que “a la mañana siguiente, con hacha y pico, fuimos a talar el monte para poder explorar y así ingresar al lugar y nos encontramos con que ahí tenía su cueva el animal, que ya se encontraba prácticamente sin vida, a pocos metros de la madriguera, uno de los perros con la mandíbula destrozada, por los efectos de algún manotazo, agonizaba, mientras que hasta el día de hoy no podemos dar con el perrito más pequeño, creemos que el león lo mató en esa tarde de las corridas por medio del monte, antes de llegar a la cueva a donde fue la batalla final, logrando matarlo los perros”.

Un “bicho” de 75 kilos

Palavecino explicó que levantaron al felino, lo cargaron en la zorra y los llevaron a su casa donde lo pesaron era un animal de 75 kilos. Más conocido como León Patrullero, en apariencia tenía una herida de vieja data en una de sus patas en estado descomposición. “Opinamos que el ‘bicho’ por esa herida se encontraba dificultado de poder cazar para alimentarse y se encontraba hambriento y que es por eso que tenía su madriguera tan cerca de la casa, desde donde se venía hasta la represa donde bajan animales a beber. Muchas veces, nuestra nieta de siete años sale a jugar en ese lugar, entonces el animal, hambriento, en estado salvaje, no está para elegir a su presa y hoy nos damos cuenta de cuantas veces habrá estado el puma acechando a nuestra niña, sin poder descargar su ferocidad. Sabíamos que los perros algo corrían, en dos o tres veces anteriores los vimos”.

A modo de despedida, Palavecino expresó a El Municipal Web, único medio presente en el lugar de los hechos: “Yo nací y me crié en estos montes, tengo 64 años, cuando era niño hablaban de que había tigres, a lo largo de mi existencia he visto muchos pumas, antes por dañino los he cazado, pero nunca vi algo como esta vez: un animal salvaje tan jugado, como este puma, con la ferocidad y capacidad de matar a un ser humano, venirse hasta la represa poniendo en peligro la vida de toda mi familia”, finalizó diciendo.