Carlos René Cárdenas tenía 61 años y residía en la localidad de Rosario de la Frontera, en la provincia de Salta. Trabajaba como sereno en un campo del departamento Pellegrini.

Fue hallado muerto y calcinado, en el interior de la casilla donde se aloja, la que estaba incendiada. La Policía trata de determinar si se trató de un homicidio o de un accidente. 
El sábado último, Cárdenas y su compañero de guardia, identificado como Ramón Marín, de 45, residente en Rosario de la Frontera –Salta- llegaron al campo, sembrado con maíz, para cumplir sus tareas en Agua Amarga –departamento Pellegrini-. Los mismos fueron dejados en el lugar por su patrón, de apellido Montero, residente en la localidad de La Merced. 
Según indicó Marín a los efectivos de la subcomisaría de El Mojón, durante la tarde del domingo, luego de almorzar, habrían estado reunidos compartiendo bebidas alcohólicas. Posteriormente, cerca de las dos de la madrugada del lunes, tras mantener una discusión se habrían acostado a dormir. 
Marín y Cárdenas tenían una casilla para cada uno, las cuales estaban colocadas a menos de diez metros de distancia entre ellas. Según el testigo, cerca de las cinco de la madrugada del lunes, se habría despertado y descubrió la dramática escena. 
La casilla donde descansaba Cárdenas estaba consumida por las llamas. Se acercó a ver si su compañero se encontraba en lugar, donde efectivamente yacía sin vida y completamente calcinado. Por lo que regresó a su acampe, para acostarse a dormir nuevamente. 
Marín convivió con el cuerpo del sereno quemado a escasos metros de él hasta las ocho de la noche del martes, cuando Montero se presentó nuevamente en la finca para realizar el relevo de los serenos que habían quedado el fin de semana. En ese momento, el finquero divisó la casilla de Cárdenas quemada y le cuestionó a Marín, qué había pasado. Por lo que posteriormente alertó a la Policía sobre el hecho. 
De inmediato, el personal policial, por disposición de la Unidad Fiscal de la circunscripción Capital, a cargo de la Dra. Celia Mussi, inició las pesquisas pertinentes sobre los pormenores del hecho que le costó la vida a una persona. 

El “testigo” fue aprehendido 

Los peritos de la División Policía Científica realizaron los trabajos de fotografías y planimetrías en las ruinas de la casilla calcinada y se procedió al secuestro de diversos elementos que son importantes para la investigación. 
El cuerpo de la víctima fatal fue trasladado a la morgue judicial en la unidad morguera, mientras que la Policía trata de determinar si se trató de un incidente seguido de muerte o un accidente. Por su parte,  la fiscal Celia Mussi dispuso que el sereno Ramón Marín sea aprehendido y trasladado a la sede policial, mientras se continúan las pesquisas. 
El trabajador fue la última persona que vio con vida a Cárdenas. Mientras que el personal de la División Homicidios y Delitos Complejos comenzó a tomar testimoniales.