Cuatro heridos delicados, una mujer atacada por su esposo, destrozos y mucho alcohol fueron el resultado del fin de semana con seis fiestas prohibidas en el departamento Alberdi.

De acuerdo con la investigación del personal de la Seccional 18, el viernes arrancó en las calles del Bº El Arenal, se supo.

Allí, al menos una veintena de sujetos se trenzaron en una batahola campal, abundante en cervezas, botellas rotas y pedradas.

Al arribar los policías, los grupos antagónicos se refugiaron en una zona montuosa y nadie fue apresado.

Furia y alcohol

El sábado los policías se trasladaron a la localidad de Donadeu, Alberdi, distante 22 kilómetros de Campo Gallo.

También, violándose las normas preventivas por el Covid-19, un sujeto habría protagonizado un escándalo en total estado de ebriedad, cuya peor parte recayó en su pareja.

Según las fuentes, el individuo de apellido Iñíguez habría golpeado a su pareja, Paz.

Lejos de tranquilizarse, habría acentuado su ira y violencia, ante la mirada y gestos aterrados de sus pequeños hijos.

Por requerimiento del fiscal Diego Cortez, los policías habrían arribado a la casa y esposado a Iñíguez.

“Lesiones” y “amenazas” son los cargos que enfrentaría el sujeto, más la imputación por vulnerar el espíritu del artículo 205, vigente desde el 20 de marzo del 2020 a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia.

Uno contra tres

Ni siquiera el Domingo de Pascua inspiró la paz en Campo Gallo.

En efecto, de madrugada los policías partieron para aplacar otro bochorno en el Bº San Vicente, a contrapelo de las normas sanitarias preventivas.

De acuerdo con testigos, tras una noche-madrugada de incesante ingesta de cervezas, algunos de sus partícipes se desconocieron y terminaron a los golpes.

En plena efervescencia, un tal Pereyra se habría enfrentado contra tres rivales.

Sin que nadie proveyera roles, al final Pereyra resultó con “traumatismo de cráneo” e internado en el CIS Banda.

Al parecer, fue derribado de un violento ladrillazo.

En el proceso hubo tres sujetos que lo enfrentaron y que acabaron apuñalados e internados en el Hospital de Campo Gallo.

Las canchitas de fútbol y el clásico “tercer tiempo” a full

Los policías también debieron intervenir en al menos una docena de “picaditos” de fútbol, cuyo “tercer tiempo” atentó contra las medidas preventivas por el Covid-19.

Según los procedimientos, los funcionarios arbitraron los medios para exhortar a los jóvenes a abstenerse de congregarse sin distanciamiento, ante el rebrote del virus en todo el territorio nacional.

Sin límites

Lejos de concientizarse, más de un centenar de sujetos habría protagonizado partidos de fútbol, reuniones, alcohol y todo ello sin usar barbijos.

De nada sirvió que los funcionarios recorrieran las calles de Campo Gallo, ya que ni bien aparecían los patrulleros los jóvenes echaban a correr, para así evitar afrontar las consecuencias de sus actos.

En efecto, los llamados de los vecinos se acentuaron mañana, siesta y tarde, pero los sujetos burlaban la vigilancia policial.

Igualmente, los controles policiales volverán a profundizarse en esta semana.

Fuente: El Liberal