Jorge Vidal Fecha es un peón rural que se encuentra detenido desde mediados de enero del corriente año, luego de que, tras ofrecer la vida de siete personas para “recuperar a su amada”, asesinara a su expareja y a su exsuegra, en la ciudad de Monte Quemado, departamento Copo.

Se encuentra detenido —a requerimiento del fiscal de Copo, Dr. Santiago Bridoux— por los supuestos delitos de homicidio agravado por el vínculo en el contexto de violencia de género (femicidio) en perjuicio de Yéssica Viviana Palma, de 23 años, y homicidio en perjuicio de su exsuegra, Felipa Antonia Correa, de 40.

En el marco de la investigación penal preparatoria, el fiscal Bridoux logró reunir las pruebas correspondientes en la instrucción del doble femicidio. Se pudo determinar que Yéssica —de acuerdo con declaraciones testimoniales recibidas por la Policía y la Fiscalía— era víctima de constantes hechos de violencia de género. Los ataques los sufría de manos de su expareja, Yéssica nunca denunció, ya que “tenía miedo de que el agresor le quitara a su hijo”. Los exconcubinos tenían un hijo de dos años.
Además, se logró secuestrar y analizar los celulares tanto de las víctimas como del homicida, donde se encontraron elementos importantes para la causa. Por otro lado, se pudo establecer un informe perital emitido por los peritos de la División Policía Científica, realizado a la escopeta calibre 16 milímetros que fue prestada por un vecino a Vidal Fecha para ir a cazar y un puñal, con el que el homicida intentó atacar a su excuñado.
Mientras el fiscal Bridoux avanza en la investigación, se conoció que en los próximos días —al cumplirse un mes del brutal doble femicidio que conmocionó a la sociedad— se realizará el pedido de prisión preventiva para el peón rural, quien esperará el juicio tras las rejas.

Doble femicidio
La vida de Yéssica y de su madre, Felipa, quedaron truncas de una manera violenta. Cerca del mediodía del lunes 11 de enero, Vidal Fecha se presentó en la casa de su exsuegra, Felipa, ubicada en calle Las Heras del barrio El Porvenir —de Monte Quemado, departamento Copo—. Le preguntó a Felipa “adónde estaba Yéssica”. La mujer —quien tenía 8 hijos, de los cuales dos son menores— estaba cocinando en el patio junto a otros familiares y le respondió: “Yéssica está en la casa de su amiga”.
De inmediato, Jorge salió a la calle y al cabo de 10 minutos regresó. Tenía una campera que cubría una escopeta calibre 16 milímetros. Se detuvo frente a su exsuegra y le disparó en el pecho. El ama de casa caminó malherida hasta una habitación de sus hijos y cayó en la cama. Fue hallada agonizando en el lugar.
Vidal Fecha se dio a la fuga a bordo de una motocicleta, se dirigió hasta la casa donde estaba Yéssica. La encontró en la vereda del inmueble junto a su hijo y a una amiga charlado. Se acercó a ella y comenzó a insultarla. La amenazó de muerte y mantuvieron una discusión. Luego, le disparó a corta distancia. Yéssica cayó al piso sin vida. Estaba sobre un charco de sangre, frente a su hijo. El homicida se quedó mirando la escena y luego se retiró.
Le dijo a un vecino: “Me voy a entregar, ya las maté”. Fue trasladado por su hermano, a bordo de una motocicleta, hacia la sede de la Comisaría Comunitaria 22 de Monte Quemado, donde entregó el arma homicida y quedó a disposición de la Justicia. El fiscal de Copo, Dr. Santiago Bridoux, dispuso que quedara detenido, mientras se llevan a cabo las pesquisas correspondientes sobre el hecho.
“Para que no me falle mi santo, le tengo que entregar siete vidas”, le habría manifestado el homicida a un testigo. Luego, fue trasladado por su familiar hacia la Comisaría Comunitaria 22 de Monte Quemado, donde quedó detenido hasta el día de hoy.

El femicida hizo entrega de un arma de fuego empleada para asesinar a las mujeres y el arma blanca, mientras que en su casa, al día siguiente en un allanamiento, se incautó un santuario a San La Muerte, con fotografías de Yéssica, como ofrendas.

Contextual

Durante 2020, en nuestro país, se registraron 320 femicidios. Las víctimas fueron mujeres de entre 14 y 80 años, quienes fueron asesinadas a golpes, cuchilladas y disparos por sus exparejas o en situaciones de robo.
Para paliar la situación, desde el Estado Nacional se implementó la Línea 144, que busca ayudar a las víctimas de violencia de género cuando están siendo agredidas físicamente y prevenir muertes.