Pequeños, medianos y hasta los grandes productores de ganado del Dpto. Alberdi se mostraron por los casos de abigeato en la zona.

Señalan que es un problemática que viene desde hace tiempo y no tuvieron una respuesta favorable por las autoridades competentes.

Ruralistas de las localidades del Fisco Chico, Fisco Grande y San Francisco cuentan que Don Eleodoro Roger los denunció y los hizo meter presos a los cuatreros, los que a menos de cinco  días  de haber sido aprendidos los liberaron y  en represalia ahora le están terminando las ultimas vaquitas. 

Desde la Sociedad Rural de Campo Gallo informaron que los cuatreros operan los fines de semana y no sería una sola banda. Los diferencian en dos grupos, por un lado, los que matan al animal en el lugar y los faenan para llevar la carne y comercializarla en carnicerías; y los que cargan los animales y los llevan para venderlos.

Julio Chávez, al que le hurtaron vaquillonas Brangus, y el presidente de la sociedad Rural del Norte, Yohel Chavez, al que se lo llevaron dos terneros Brahaman, fueron dos de los últimos damnificados.

Como si esto fuera poco, quedó demostrado que el cuatrerismo que opera en Alberdi es poderoso y organizado, no respecta categoría de productores. Días atrás, la policía secuestró un lote de vacunos donde hay animales pertenecientes a Miguel y Antonio Goola, propietarios de un campo de miles de hectáreas en la localidad de Pozo Salado.

Comentan que los fines de fin de semana largo son los elegidos por los cuatreros, atacan especialmente la hacienda que se encuentra a campo abierto.

Los productores solicitan que la policía con su Brigada Rural sea más eficiente y tenga una comunicación más fluida con la Sociedad Rural. Además, sostienen que carne no tienen como destino las carnicerías de la zona de Campo Gallo, pero si se encontraron reses de vacunos en la zona de Santos Lugares, Huachana, Las Carpas y Campo Alegre.  Además, aseguran que los cuatreros están integrados por foráneo y entregadores conocedores del lugar.

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Duro testimonio

 “Nos roban desde nuestro pequeño campo ubicado a unos 20 kilómetros de Huachana, y cada vez que fuimos víctimas nos quedamos con ese sabor amargo y esa sensación de injusticia que uno siente cuando se apropian indebidamente de sus bienes, los cuales han sido obtenidos por medio del esfuerzo y el trabajo honesto”, señaló Manuel, hijo de un pequeño productor.

“Quiero hacer público este hecho porque considero que el cuatrerismo no puede continuar sucediendo, detrás de él continúa una serie de hechos que nos empobrece, nos enferma psicológicamente  como es el caso de mi padre y de muchos pequeños productores”, agregó.

“Mi padre tiene 72 años, cuando vine en el 2018 a visitarlo tenía un lotecito de 30 animales vacunos, en diciembre del 2019, le robaron seis y en lo que va del 2020, le faltan ocho, y todavía no terminó el año. Si la policía y la justicia no ponen freno, el robo de ganado va seguir y esto va generar hechos de violencia porque en Campo Gallo todos saben quiénes son”, agregó.

“Es un delito que viene de hace tiempo, y lamentablemente las instituciones y funcionarios públicos no han sabido dar respuestas a este problema que es sumamente preocupante para la economía del departamento”, expresó.