Días atrás tuvo lugar un impactante hecho en el paraje Suncho Pampa. El campesino y dueño de 300 hectáreas, Héctor Reyes Corvalán, hizo uso de la botella de combustible que se encontraba en su mano y se prendió fuego, luego de proferir algunas palabras cuando se enteró acerca de una injusta medida judicial que ordenaba la quita de sus terrenos, para luego ser entregados al empresario Néstor Quesada.

Corvalán sufrió serias quemaduras, por lo que tuvo que ser auxiliado en forma urgente en el hospital zonal de Nueva Esperanza, para posteriormente ser trasladado hacia Tucumán.

Por su parte, el oficial de policía que lo socorrió, cuyo nombre no trascendió hasta el momento, fue víctima también de importantes quemaduras, por lo que recibió asistencia médica, sin embargo, ambos se encontrarían fuera de peligro.