Más de 100 kilos de cocaína de máxima pureza fueron destruidos en la provincia de Tucumán, incluidos estupefacientes de Santiago del Estero, en presencia de autoridades de los Juzgados Federales y efectivos de Gendarmería Nacional.

Los voceros revelaron que la droga destruida correspondía a procedimientos realizados años atrás.

La quema, que se extendió por más de dos horas, se realizó el miércoles último. Antes, los Juzgados Federal de la provincia de Tucumán y Santiago del Estero libraron oficios autorizando la destrucción de la cocaína, en su gran mayoría proveniente de operativos en que cayeron narcos salteños y bolivianos, muchos en el departamento Copo.

Coordinación de las provincias

En la práctica, la quema se tradujo en una acción coordinada entre las unidades de Gendarmería Nacional en ambas provincias.

La operación consistió en el traslado de la droga incautada y que se encontraba en los depósitos del Escuadrón 55 "Tucumán" y del escuadrón 59 "Santiago del Estero", con el control técnico del grupo de Criminalística y Estudios Forenses de la fuerza.

Por Santiago del Estero, la droga fue conducida en un convoy de transportes de Gendarmería, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, confiaron los altos funcionarios a EL LIBERAL.

El operativo contó con la presencia de funcionarios judiciales y testigos hábiles. El escenario fue la empresa de residuos "9 de Julio", propietaria de los hornos pirolíticos, ubicado en la localidad de "Los Vásquez, provincia de Tucumán.

Un horno pirolítico es aquel que "se limpia solo". La pirólisis es un proceso de limpieza en el que se descomponen los restos de suciedad dentro del horno por medio del calor.

La característica principal es que pueden ser montados y desmontados en cualquier parte y son totalmente trasladables.

Los equipos

Los equipos están compuestos por dos cámaras: una principal donde se quema la droga y otra secundaria donde se queman los gases que genera el estupefaciente. De esta manera, se optimiza la respuesta de la fuerza para desnaturalizar la droga, siguiendo los protocolos de acción diseñados en el marco de la lucha contra el narcotráfico.

Los hornos operan en el norte del país. Implica respaldo para jueces y fiscales federales, a la vez que mejorarán aspectos logísticos de los procedimientos; reducen los costos que demandan y los riesgos que implican la custodia y los traslados de grandes cantidades de droga.