El sujeto se encontraba ebrio y en cuclillas en el interior. Dos vecinos lo sacaron por una ventana antes de ser alcanzado por las llamas.
Alrededor de las 13.30 de ayer, el humo y las “lenguas” de fuego que salían por las ventanas del comedor de una casa, ubicada a la vera de la Ruta Provincial 92, alertaron a los vecinos del barrio Alberdi de la ciudad de Campo Gallo.
Se trataba de la vivienda que pertenece a un hombre de apellido Giménez, quien es talabartero (actividad artesanal que elabora artículos con cuero) y se encuentra en la provincia de Buenos Aires desde hace aproximadamente dos meses.
Los habitantes de la zona se trasladaron al lugar para tratar de apagar las llamas, ocasión en la que dos de ellos vieron a una persona que estaba en el interior de la casa. Ante esta situación, se trasladaron a la parte trasera, lograron abrir la ventana y advirtieron que se trataba de un sujeto que es conocido como “Tortulo”, quien presuntamente acostumbra a ingresar a casas ajenas con fines delictivos. Estaba en aparente estado de ebriedad y en cuclillas, al parecer, bajo los efectos nocivos de la aspiración del humo.
Los dos vecinos ingresaron por la ventana y rescataron al sujeto por el mismo lado, teniendo en cuenta que el fuego había tomado la parte delantera y se estaba expandiendo hacia otros sectores.
Traslado al hospital
Hasta ese momento, el resto de los habitantes de la zona había solicitado la presencia del personal de la Comisaría Comunitaria Nº 18 y de una ambulancia para auxiliar al intruso. Efectivamente, momentos después, “Tortulo” fue trasladado al hospital zonal, donde los profesionales de la guardia médica determinaron que el paciente presentaba aliento etílico y no tenía lesiones visibles, aunque quedó internado en observación por el humo que había aspirado.
Asimismo, en el lugar del siniestro, se presentó una dotación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Campo Gallo y hasta integrantes de la comisión directiva para colaborar, aunque al tratar de entrar en acción comenzaron a escucharse detonaciones de arma de fuego.
Los policías interrumpieron el tránsito de vehículos y peatones por la zona y les pidieron a los vecinos que no salieran de sus casas ni se acercaran a ventanas ante el peligro de que pudieran ser alcanzados por una bala perdida. Se sospechó que en la casa había un arma de fuego y proyectiles, lo que luego se confirmó con la presencia de los restos de una carabina.
Una vez que cesaron las detonaciones, con la orden policial, los Bomberos Voluntarios atacaron las llamas hasta que fueron sofocadas alrededor de las 16.30.
Sin embargo, la intensidad del fuego provocó el derrumbe del techo, que era sostenido por tirantes de madera, y consumió las pertenencias del talabartero que estaban en un comedor, una habitación y un baño. Todo se convirtió en cenizas.
Intervención fiscal
Los detalles del siniestro y del hallazgo de un intruso en el interior de la casa fueron informados al Dr. Ángel Belluomini, representante de la Unidad Fiscal Capital, quien ordenó que los técnicos de Criminalística realizaran pericias para determinar la causa del inicio de las llamas y un relevamiento vecinal sobre lo sucedido.
El sospechoso quedó a disposición del funcionario judicial.