El Gobierno confirmó, tras la primera reunión de la comitiva oficial con el FMI en Washington, que al organismo se le solicitará un acuerdo crediticio de Stand by (SBA, según sus siglas en inglés) de alto acceso.

El hecho de que sea "de alto acceso" significa que este tipo de préstamo es una excepción en el límite que otorga el Fondo y se traduce en un monto mayor de dinero. "Esta línea de crédito puede superar ampliamente la cuota que tiene el país", explicó Claudio Loser, el exdirector del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, en diálogo con TN. En ese sentido, un crédito tradicional otorga entre el 75% y el 225% de la cuota. Mientras que esta línea permitiría pedir hasta el 435%. En base a ese cálculo, adelantó que el Ejecutivo podría solicitar hasta US$ 40 mil millones.

Según detalla el Fondo, el objetivo de este tipo de préstamo es "respaldar a los países de bajo ingreso que, si bien en términos generales ya han logrado una situación macroeconómica sostenible, quizás enfrenten ocasionalmente necesidades de financiamiento y de ajuste a corto plazo".

El crédito SBA tradicional puede abarcar entre 12 y 24 meses. "El dinero disponible no es de acceso inmediato, sino que está sujeto a condicionalidades de rendimiento y metas trimestrales. Es decir, la Argentina podrá ir pidiendo la plata si cumple las metas fijadas con el Fondo durante los dos años", remarcó Loser.

Las otras dos opciones que barajaba el equipo económico era una Línea de Crédito Flexible (FCL) y una línea de Liquidez Precautoria (PLL). Sin embargo, el "Stand By" de alto acceso terminó siendo el elegido por la Argentina.

El Fondo remarca que el SBA no requiere un Documento de Estrategia de Lucha contra la Pobreza, pero los programas respaldados por el crédito deben estar alineados con los objetivos de reducción de este índice y el crecimiento del país.

Con respecto a las "condiciones cuantitativas", se llevará un seguimiento de las variables de política macroeconómica, como los agregados monetarios, las reservas internacionales, los saldos fiscales o el endeudamiento externo, dependiendo de las metas prefijadas.

A su vez, el Directorio Ejecutivo del FMI podrá utilizar la herramienta de los exámenes para evaluar el desempeño de la Argentina y pedir ajustes según el rendimiento económico.

La agenda del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, continuará el jueves con una reunión con David Malpass, subsecretario de asuntos internacionales del Departamento del Tesoro, y por la tarde con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

El Gobierno había adelantado que no tendrán en los próximos días los detalles del monto. Y remarcaron la posibilidad de que, quizás, ni siquiera después de este primer encuentro puedan informar con precisión a cuánto ascenderá el desembolso. Desde Casa Rosada, el jefe de Gabinete Marcos Peña aseguró que "todavía no se sabe la cifra".