Un pescador neuquino captó alarmantes imágenes de tomas para riego en territorio salteño, según lo publicado por el diario El Tribuno en su edición del domingo 29 de abril.

Es por eso que Recursos Hídricos de esa vecina provincia abrió actuaciones y adelantó medidas para controlar la derivación del agua hacia Santiago del Estero, a fin de preservar el recurso y proteger al ecosistema.

El río Juramento y los dorados que lo convirtieron en un paraíso promocionado a nivel internacional vienen sufriendo toda clase de golpes bajos, en manos de depredadores que no respetan las artes de la pesca deportiva, las vedas ni las resoluciones que obligan a devolver los ejemplares extraídos para asegurar la permanencia de la especie. Y entonces por efecto de las matanzas que tienen al “Tigre de los Ríos” en territorio salteño, preocupa al ecosistema e indirectamente afecta y aflige la derivación del flujo del caudal hacia las provincias de Santiago del Estero y Santa Fe.

Según el periódico salteño, el pescador neuquino Pablo Saracco causó revuelo en Salta porque además denunció que una de las violaciones más graves que vio en el río Juramento se relaciona con grandes canales de riego, ejecutados aguas abajo del dique El Tunal, para abastecer a establecimientos agrícolas y ganaderos de Metan y Anta y esto preocupa a los funcionarios santiagueños, que en algunas oportunidades ya alertaron sobre la irregular construcción de canales derivadores en la vecina provincia sobre los límites territoriales. 

En la zona de Joaquín V. González y Gaona contaron al menos diez tomas con diques de ramas y alambres que bloquean la navegación y obstaculizan la migración reproductiva de especies como el dorado y a la vez debilitan el flujo del caudal río abajo.

En las fotografías que tomó Saracco con diferentes vistas aéreas, el productor de contenidos audiovisuales de pesca rotuló a esos canales de “clandestinos” y afirmó que con ellos “los dueños de campos” le arrebatan al río que Salta comparte con Santiago y Santa Fe “el 50% de su caudal original”.

En la publicación se afirma que las imágenes dejaron mal parado al Consorcio de Usuarios de El Tunal, que auto gestiona tanto los canales de riego cuestionados como otros que se ejecutaron hasta el límite con Santiago del Estero, en el sur de El Quebrachal, sobre ambas márgenes del curso”.

Cabe mencionar que no hubo descargos institucionales del citado consorcio, pero fuentes de la organización aseguran que el sistema de riego de la zona tiene 331 usuarios, en su mayoría pequeños productores y un total de 53.349 hectáreas empadronadas en Anta y Metán.

Canales habilitados

Al respecto, el secretario de Recursos Hídricos de la Provincia de Salta, Oscar Dean, ensayó una tibia defensa para evitar que los funcionarios responsables del área hídrica de Santiago del Estero y Santa Fe levantaran la voz y afirmó que los canales emplazados aguas abajo del dique El Tunal “no  son clandestinos”, porque “cuentan con habilitaciones que se remontan inclusive hasta 50 y 60 años atrás”. Pero no habla de los más de 10 canales de riego que se construyeron en los últimos cinco años y que estarían drenando y regando los nuevos campos ubicados en territorio salteño sobre los límites con Santiago del Estero, disminuyendo el curso del caudal derivado desde el dique El Tunal y en consecuencia desvían más del 50% del caudal derivado desde el dique y esto ocurre en menos de 150 kilómetros dentro del territorio salteño, con grave perjuicio hacia las provincias vecinas. 

El informe oficial

Entre las captaciones fijas cuestionadas en ese sector del Juramento se cuentan las tomas que abastecen a los campos de Miguel Sastre y otros productores de la zona de Gaona (de 2.500 litros por segundo) y las de las empresas Inversora Juramento (6.000 litros por segundo) y LIAG Argentina (11.000 litros por segundo). Otros grandes canales para riegos ubicados en la zona de El Quebrachal, son los de El Mangrullo (1.500 litros por segundo) y Ruta 16 (3.000 litros por segundo).

Las concesiones de agua para riego suman cerca de 23 metros cúbicos por segundo, un volumen apenas inferior a los 25 metros cúbicos por segundo que se erogan por estos días desde El Tunal para levantar los niveles del sistema regulador que encabeza el dique Cabra Corral, la mayor reserva hídrica del norte argentino.

Merma de caudales

En El Tribuno se informa que “los bajos aportes de los cursos de la alta cuenca del sistema Juramento-Salado dejaron a la vista en los últimos tiempos barreras que, según guías de pesca, convirtieron al río en un arroyito.

Productores agrícolas y ganaderos de Metán y Anta insisten en que detrás de los canales denunciados como clandestinos hay más de 50.000 hectáreas bajo riego y cientos de empleos en juego. Los pescadores reclaman más controles sobre las captaciones e insisten en que los usos para riego no deben ser un justificativo para emplazar ante tomas que reducen sensiblemente los caudales, obstruyen la migración de peces y ponen en riesgo a las provincias de Santiago del Estero y Santa Fe.