A consecuencia de la crisis sanitaria y social acentuada por la pandemia de coronavirus, la pobreza extrema en América latina ahora golpea a 5 millones de personas más, y provocó un retroceso de los índices al nivel que registraban hace 27 años.

Pero allí no queda todo: la Argentina es uno de los tres países con mayor crecimiento de la miseria, al acrecentarse la pérdida de ingresos en más de 7 puntos porcentuales.

Los datos surgen del "Panorama Social de América latina 2021", que elabora la Comisión Económica para América latina (Cepal), organismo dependiente de la Naciones Unidas,  y que adjudican el aumento de la pobreza en la Argentina y otros países de la región a la "reducción de las transferencias de ingresos de emergencia" que "no se compensaron con el incremento de los ingresos por trabajo".

En la Argentina, durante 2020, el Gobierno estableció el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que se abonó tres veces y alcanzaba a unos 8,8 millones de individuos. El pago extraordinario de $ 10.000 se discontinuó, pese al reclamo de organizaciones sociales e integrantes del propio Gobierno.

Los países con las peores cifras son Argentina, Colombia y Perú, en donde la pobreza y la pobreza extrema crecieron 7 puntos porcentuales o más, mientras que Brasil fue el único país de la región que mejoró, con una caída del 1,8 % en la pobreza y 0,7 % en la pobreza extrema, detalló la Cepal.

Según la estimación del organismo regional, la pobreza en la Argentina golpea al 34,3% de las personas, mientras las mediciones oficiales del Indec hablaban de un 42% en 2020, y de un 40,2% en el primer semestre de 2021.

Como es sabido, la pandemia de Covid-19 trajo aparejada una contracción económica que afectó a todos los países de la región, y dicha caída de la actividad impactó en forma negativa en los hogares al disminuir, entre otros factores, tanto el empleo como los ingresos laborales.

La Argentina, Cuba, Perú y Panamá también se encuentran entre los países en los que más cayó la economía en 2020, el año en que se desató el virus, con una caída aproximada del 9,9% del PBI, menos pronunciada que el derrumbe de los ingresos per cápita, estimado en 15% para la Argentina.

Fuente: El Cronista.