El barbijo más eficiente es el que se usa en forma correcta. Así respondió un joven empleado de una farmacia  a una señora que, preocupada por evitar contagios, consultó sobre las cualidades de los tapabocas disponibles en el mercado local.

La respuesta sintetiza, de alguna manera, el sentido de utilizar este valioso dispositivo de protección que existe desde que la medicina logró explicar los mecanismos de infección.

Diversos estudios que se realizaron en Estados Unidos, Francia y Bélgica demostraron que el uso masivo de barbijos por parte de la población contribuye a reducir la circulación del coronavirus causante de la pandemia que tiene en vilo al mundo.

Es más, también impide que otros virus respiratorios que circulan en diferentes épocas del año ingresen al organismo de las personas. Hay abundante evidencia científica que confirma que la mayoría de los virus respiratorios conocidos tienen transmisión importante por el aire, es decir por aerosoles, que son gotas microscópicas que exhala una persona cada vez que habla, tose, grita o canta.

Eso explica que en los primeros meses de declarada la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud y cuando no se sabía muy bien cómo se producían los contagios, se registraran más infecciones entre personas que participaban de coros de iglesias y universidades que en bibliotecas donde en general las personas se mantienen la mayor parte del tiempo en silencio.

El químico español, experto en aerosoles y profesor de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, José Luis Jiménez, remarca que lo más importante es explicar claramente a la población que el Sars Cov 2 se transmite principalmente por aire. De hecho, prácticamente no existen pruebas de que alguna persona en el mundo se haya contagiado por tocar una superficie contaminada.

Sin embargo, se puede observar que todavía se controla la temperatura de las personas que quieren ingresar a un supermercado o a un comercio, mientras que no se hace hincapié en la importancia de que esas mismas personas utilicen en forma correcta el barbijo.

Jiménez explica que de algunos infectados por el virus (no de todos) sale una especie de humo invisible (como si exhalara el humo de un cigarrillo) que son los llamados aerosoles. "Al respirar sale, pero al hablar 10 veces más, y al gritar o cantar 50 veces más", agrega el experto.

Esas minúsculas gotitas no caen al suelo, sino que flotan como el humo, y en ellas viajan los virus. En un lugar mal ventilado con muchas personas, si algunas de ellas están enfermas es más probable que se produzca un contagio si no se utilizan tapabocas, que si esos mismos individuos están al aire libre y respetan el distanciamiento social.

La investigadora del Conicet, Sol Minoldo, dijo a la agencia de noticias Télam que en el actual contexto epidemiológico en el que no es posible poner restricciones a la movilidad y a las interacciones sociales, "una de las formas más viables de sostener la actividad y a la vez prevenir es mejorar la calidad de los barbijos".

La especialista consideró que es necesario mejorar la eficacia de los barbijos, especialmente en lo relacionado con el material con el que fue fabricado y el ajuste. La clave, explica, está en que todo el aire inhalado y exhalado por la persona que lo usa pase a través del barbijo.

En un informe realizado por el sitio web Chequeado.com se destaca la efectividad de los barbijos en la lucha contra la pandemia y se recuerda que su uso "está destinado principalmente a reducir la emisión de gotitas y aerosoles cargadas de virus, lo cual es especialmente relevante para las personas infectadas asintomáticas que se sienten bien y pueden no ser conscientes de su contagiosidad".

Por su parte, Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) y del Conicet, dijo a la agencia Télam que "un barbijo con material y ajuste adecuados permitiría filtrar ese aire que inhalamos y exhalamos protegiéndonos tanto del contagio en proximidad como a distancia".

En agosto pasado, una publicación de la revista Science remarcó la importancia de implementar medidas de precaución con especial atención a la ventilación, los flujos de aire y el correcto ajuste de los barbijos. Es de esperar que la población siga estos consejos para lograr, con la colaboración de todos, poner fin a la pandemia.