¿Qué cuidados hay que tener? ¿Qué papel juegan las vacunas? ¿Es cierto que se contagian los vacunados? ¿Cuál es el dato clave que remarcan los científicos? Comenzaremos por responder la última pregunta.

Las autoridades de salud admiten que es inevitable que la nueva variante del Sars Cov 2, conocida como Ómicron, ingrese a la Argentina. Según la Organización Mundial de la Salud, cuarenta países ya registraron casos provocados por la más reciente variante del virus, por lo que se estima que en pocos días se extenderá por todo el mundo.

La comunidad de investigadores coincide en señalar que lo más importante es entender claramente que la infección se produce al respirar aire infectado (aerosoles) exhalado por algunas de las personas infectadas que están en un lugar cerrado. Este es un dato clave.

Aclaran que no todos los infectados tienen la misma capacidad de contagio. Pero como es difícil saber a simple vista quién está contagiado y quién no en una oficina, un taller, un comercio, o en la casa, o en cualquier otro espacio compartido, lo mejor es adoptar una serie de medidas para reducir el riesgo.

La medida más simple consiste en mantener bien ventilados los ambientes, para lo cual será necesario dejar abiertas algunas puertas y ventanas para que el aire circule. Eso reduce notablemente el riesgo de contagio, que se da principalmente en las proximidades y en el aire de un espacio compartido que no tiene buena ventilación. Por eso se dice que esta pandemia es, en rigor, una pandemia de interiores. Aunque suene repetitivo, hay que remarcar que el Sars Cov 2 se transmite por el aire.

Prácticamente no hay casos informados de contagios por contacto con superficies y si bien es muy importante continuar con la higiene de manos, no se debe perder de vista que el contagio es por aire, principalmente en espacios cerrados o mal ventilados. Mantener el distanciamiento social y el uso correcto de barbijos también es fundamental para reducir el riesgo de infecciones (algunas personas se colocan pero dejan sin cubrir la nariz, que es igual a no llevar tapabocas).

A esos dos cuidados hay que agregar, por supuesto, la vacuna. Está sobradamente demostrado que las vacunas funcionan y protegen la salud de los que se inmunizan. Sin embargo, hay que aclarar que una persona vacunada se puede contagiar si no se cuida, aunque tendrá la ventaja de no cursar una enfermedad grave, justamente por la protección que tiene.

En Alemania, donde se registra un fuerte crecimiento en el número de contagios, en un hospital especializado en traumatología se vieron obligados a recibir pacientes con Covid-19. Según las autoridades de ese centro de salud, todos los que recibieron en grave estado no estaban vacunados. Por eso se afirma también que la pandemia actual es una pandemia de no vacunados. Es decir, es una pandemia de interiores y de no vacunados.

Ayer se informó que en el estado brasileño de Río Grande del Sur, fronterizo con Argentina y Uruguay, se detectó el primer caso de la variante Ómicron del coronavirus en su territorio. La proximidad del caso obliga a redoblar los esfuerzos para minimizar los riesgos. Y esto quiere decir que hay que seguir con los cuidados, mantener bien ventilados los ambientes, evitar reuniones de muchas personas en interiores, e insistir con la vacunación de la mayor parte de la población.

Un caso que llamó la atención fue el de una fiesta empresarial que se realizó el 26 de noviembre en un restaurante en Oslo, donde solo se admitieron empleados vacunados. Tras el encuentro, casi la mitad de los 120 asistentes dieron positivo. Se supo después que un invitado que había regresado recientemente de Sudáfrica y que portaba la nueva variante Ómicron disparó el contagio masivo.

Según testigos, el lugar no estaba bien ventilado y, como es lógico, nadie usó barbijo durante la cena. Además, el ambiente distendido hizo que la mayor parte del tiempo las personas conversaran en voz alta. Este dato no es menor. Se sabe que al hablar en voz alta o al cantar una persona exhala aerosoles, que son los que portan el virus.

No es casual que, desde que comenzó la pandemia, se hayan registrado varios casos de contagios masivos en coros (Italia, Holanda, Alemania, Bélgica, Estados Unidos) y ninguno en bibliotecas donde, por lo general, las personas permanecen calladas o hablan en voz baja.