CASTELLI (Agencia) - El exintendente de Miraflores Néstor Amarilla transita la etapa final de un largo proceso de recuperación de las adicciones en un centro de rehabilitación en Pilar, provincia de Buenos Aires, y asegura que aprendió "a sentir de otra forma la vida".

Hace 19 meses que ingresó a este lugar para recibir acompañamiento de profesionales y comenzar a transformar paulatinamente su vida, luego de decidir afrontar su adicción a las drogas que ya había comenzado a afectar considerablemente su salud.

El primer paso fue el 30 de enero del 2020 cuando ingresó al Centro de Rehabilitación en Adicciones ‘Buscando el Ser‘ para someterse a una estricta rutina de acompañamiento profesional y de actividades saludables que le fueron ayudando a salir adelante.

Actualmente está transitando la etapa final de recuperación y ya se ilusiona con regresar a su Miraflores querido y poder ayudar a los jóvenes a luchar contra las drogas.

Quiero terminar mi tratamiento y volver a mi Miraflores para poder trabajar por la gente que está pasando por la situación que yo pasé; decirles que es horrible, andar de noche llorando por las calles y sentir ese vacío que no llenás con nada‘, manifestó el pasado domingo por la mañana en una llamada inesperada al programa folclórico ‘Nuestras Costumbres‘ conducido por Silvia Palavecino en FM Del Sol de la localidad de Miraflores.

Además de saludar a los niños por su día y a su madre por su cumpleaños, Néstor contó que está transitando la etapa final de su recuperación y aseguró que ‘fue un camino difícil y muy largo, porque cuesta mucho salir de esta enfermedad, pero creo que ya lo logré‘.

Emocionado por el momento, agradeció a la comunidad de Miraflores por el afecto y el acompañamiento constante.

‘Un saludo para todo mi pueblo de Miraflores que lo amo con mi alma, toda la gente de Miraflores fue esa vertiente que llenaba mi vacío y me daba fuerza para seguir cada día aquí; y quiero contarles que estoy muy bien, que estoy contento y feliz de ser la persona que soy hoy, y que me faltan tres meses para salir‘, relató.

Es que más allá de las circunstancias adversas que debió afrontar cuando era intendente, la comunidad de Miraflores siente un profundo afecto por la calidez de su persona y por el gran espíritu de solidaridad que siempre mostró con la gente.

Néstor tiene 39 años y aseguró que siente que es otra persona, más sereno y más maduro; ‘hoy aprendí a sentir de otra forma la vida‘, recalcó.

LA GRANJA BUSCANDO EL SER

En la granja comparte diversas actividades diarias con más de 60 personas que también están en el mismo proceso de rehabilitación de las adicciones. Según explicó su hermano, Adrián, ‘allí realiza varias tareas que lo mantienen ocupado todo el día, entre ellas trabajos de huerta, carpintería, cocina, plomería, albañilería, limpieza e incluso se van alternando actividades de guardia por las noches‘.

No utilizan teléfonos celulares ni redes sociales, y para comunicarse con sus familiares hay un teléfono fijo donde reciben llamadas. Pero también pueden recibir visitas en el lugar. De hecho, a principios de este año, recibió la visita de su hijo Joaquín y de sus hermanos ‘Tití‘ y Adrián quienes compartieron varios días en el lugar.

Cuando un paciente entra a la granja, su primera salida es a los 6 meses durante 2 días acompañado por otro residente que lleve más de 15 meses en el lugar. La segunda salida es de 4 cuatro días al cumplir un año de estadía, también acompañado. Después de los 15 a 18 meses ya pueden salir como acompañantes de otros residentes que necesiten.

Al cumplir los 18 meses tienen que salir tres días en la semana y 4 días en la granja para intensificar el proceso de reinserción social; y a los 19 meses ya son 4 días afuera y 3 adentro.
Finalmente, a partir de los 20 meses, los residentes pueden salir los días que deseen pero regresar una vez a la semana para tomar contacto con los profesionales.

Así, Néstor ya está transitando su etapa final de rehabilitación y espera el momento de regresar a su pueblo natal para reencontrarse con sus afectos cercanos y comenzar a trabajar para ayudar a las personas que sufren de las adicciones.