“El Presidente preguntó un par de veces cómo venía la marcha, pero sin darle mucha importancia, contó un ministro que estuvo con él. Y aseguró que los primeros cálculos informaron que la movilización tendría entre 60 mil y 100 mil personas. La Policía Federal calculó 80.000 y como mucho se puede hablar de 90.000, es decir, una movilización dentro del rango esperado”, dijeron cerca del Presidente. Nada los inmutó y, cada vez que se le preguntó a algún funcionario qué le había parecido el discurso de Hugo Moyano, la respuesta fue siempre la misma: “No lo vi, estuve reunido” con tal y cual.

En el cuarto piso del Ministerio de Seguridad existe un nuevo dispositivo de monitoreo que coordina la información de todas las fuerzas de seguridad, pero el Presidente solo apeló a esos datos en dos oportunidades, sin ansiedad, tampoco hubo un pedido de detalles.

Desde hace días la comunicación del Gobierno viene pensando cómo contestar la movilización. Decidieron básicamente dos cosas. Por un lado, mostrar a Mauricio Macri y su gabinete trabajando normalmente, con reuniones a la hora en que estaba hablando Hugo Moyano. Por el otro, con el Presidente haciendo referencias genéricas a la marcha y lanzando a cuatro ministros a la cancha de la opinión pública, en la previa de la marcha.

Se decidió que fueran el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, por obvias razones de afinidad con el tema; el de Interior, Rogelio Frigerio, porque es el ministro político, con asiduos contactos con gobernadores, sindicalistas, opositores; el de Transporte, Guillermo Dietrich, de relación directa con la problemática que involucra al Sindicato de Camioneros, y el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, un funcionario que a Macri le gusta cómo argumenta.

Concluida la movilización, la decisión seguía siendo que los ministros fueran los encargados de salir a responder los argumentos esgrimidos por Moyano y quienes lo respaldaron, evitando una conferencia de prensa que involucrara al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y mucho menos al Presidente. “La marcha ya pasó, no dio ningún resultado y todo seguirá como hasta ayer”, explicaron.

Un ministro que habló con Infobae dijo: “Reconocemos que en medio de los aumentos de las tarifas lo razonable es que haya malhumor social, pero no es más que el que existe en cualquier otra parte del mundo, hay una crisis de la representatividad política en todas las democracias, es natural en estos tiempos”.

También reconoció: La expectativa con nosotros era muy alta, demasiada en relación a lo que encontramos cuando llegamos al Gobierno, pero la gente sabe que no hay otro camino, así que va a tener paciencia”.

Consultado el funcionario acerca de si es posible que Moyano o alguien de su familia vaya preso, insistió en lo que dicen en público, o sea, que no tenemos gran información, salvo lo que dicen los medios que dice la Justicia. Inquietante, concluyó: “Pero sí, que vaya preso es una opción”.