La intervención del Gobierno en el sector de medicina prepaga no es una estrategia heterodoxa ni una respuesta a una medida ortodoxa anterior.

Es el reflejo del descontrol general de la gestión liberal libertaria, del desconocimiento acerca de cómo funcionan los mercados y la muestra de la incapacidad de administración de cada día del gobierno deJavier Milei.

El respaldo de grupos económicos locales y de las finanzas nacional e internacional maquilla lo que es un caos en diferentes áreas de la economía ante la ausencia de un plan de estabilización básico.

No sólo brilla por su ausencia un programa económico consistente (fiscal, monetario cambiario y política de ingresos), carencia que advierte hasta el oficialista Domingo Cavallo, sino que muchos cargos no fueron cubiertos, otros son ejercidos por personas que no tienen idea de la tarea a realizar y no pocos renunciaron en estos meses iniciales del (des)gobierno libertario.

El nivel de impericia queda oculto detrás de la confluencia de tres vertientes dominantes en el establishment, intereses que terminan moldeando sentidos en un amplio sector de la sociedad: la ideología neoliberal, la política de oposición a proyectos nacionales y populares y el aprovechamiento de negocios facilitados por el Estado ya sea vía desregulaciones o por normas específicas (por caso, petroleras, economía del conocimiento o medicina prepagas).

Estos intereses tienen expresión hoy en el mascarón de proa Milei y mañana puede ser cualquier otro y, por ese motivo, las agresiones diarias y la serie de disparates pronunciadas por el Presidente por ahora son ignoradas. Cualquier otro político con similar comportamiento recibiría el rechazo fulminante, mientras que en Milei se lo evalúa con indulgencia y hasta simpatía.

Los más ricos del país son el principal soporte de Milei

El actual estado de incompetencia en la gestión económica es denominado por algunos economistas y empresarios como el necesario ajuste de precios relativos.

En realidad es un proyecto político –sería exagerado calificarlo como plan económico- para generar una extraordinaria y desordenada transferencia de ingresos hacia privilegiados de la cúpula del poder económico (en especial, a los del complejo energético). En términos pedestres, se trata de un asalto a los ingresos de trabajadores, jubilados y clases medias.

El precio relativo que estaba atrasado y que ahora lo está mucho más respecto a los otros es el salario. Esta variable sin embargo está subordinada al ajuste de los otros precios básicos (tarifas, tipo de cambio, combustibles) y de otros claves del presupuesto de los hogares (alimentos, artículos de limpieza, salud)

El último ranking de los más millonarios de Argentina elaborado por la revista Forbes resulta ilustrativo de quiénes son los principales soportes del gobierno como así también beneficiarios:

1. Marcos Galperin (Mercado Libre), 6300 millones de dólares.

2. Paolo Roca (Grupo Techint), 5600 millones de dólares.

3. Alejandro Bulgheroni (petrolera PAE), 4900 millones de dólares.

4. Gregorio Pérez Companc (Molinos, agro y energía), 3900 millones de dólares.

5. Eduardo Eurnekian (Aeropuertos y petróleo), 3000 millones de dólares.

6. Eduardo Costantini (finanzas y desarrollos inmobiliarios), 1400 millones de dólares.

La cuota de la prepaga es grande y pisa fuerte

Uno de los sectores favorecidos por el extravagante DNU 70 fue el de las compañías de seguros médicos. El desastre provocado es de tal magnitud que la Secretaría de Industria y Comercio terminó dictando una "medida de tutela anticipada", que las obliga a reajustar, a partir de la próxima facturación, los valores de las cuotas de los planes de salud teniendo en cuenta el Índice de Precios al Consumidor.

Es poco probable que los clientes recuperen lo pagado en exceso por el ajuste desmedido de estos meses. Los aumentos seguirán vigentes y serán tan impagables para muchos como ahora.

El economista Emmanuel Álvarez Agis explica que a partir de este decreto sin necesidad ni urgencia el sector de medicina prepaga dejó de estar regulado por la Superintendencia de Salud y quedó en libertad de fijar precios. Como consecuencia de meses de precios subiendo por debajo de la inflación y medicamentos que aceleraron las subas, en los primeros meses del gobierno de Milei se registró un incremento de la relación entre cuotas y salarios.

Indica que el gobierno de Alberto Fernández pospandemia generó una abaratamiento de la medicina prepaga, llevando la relación cuota/salario al rango del 10%-12%. Luego del DNU de desregulación de la economía de Milei esta métrica alcanzó máximos históricos de 16,5%. Calcula que la intención de subordinar los aumentos de prepagas a la dinámica del IPC implica retroceder al 13%.

De acuerdo a lo relevado por el IPC-Indec, el aumento acumulado para la medicina prepaga entre enero-marzo de este año fue de 100% y para el salario fue 51% y la inflación general fue 52%. Para agregar que un retroceso de las cuotas a los valores del 10 de diciembre del año pasado podrían implicar una reducción del IPC de entre -0,3 y -0,5 puntos porcentuales.