Las panaderías se encuentran en estado de alerta debido a los grandes aumentos en los costos de producción que no pueden trasladar al precio del pan en un contexto de caída del consumo.

Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de Merlo, comentó que "la tarifa de luz aumentó 220% y la de gas casi 300% porque no hay un precio diferencial para las pymes y empresas familiares". 

"Tenemos 45% menos de consumo desde el 10 de diciembre porque la gente no tiene más plata. Veníamos 'cascoteados' desde el gobierno anterior, pero por lo menos teníamos el fideicomiso de la harina y la secretaría de Energía estábamos negociando una tarifa diferenciada", afirmó Pinto. 

En la Argentina hay unas 43 mil panaderías habilitadas que dan trabajo a 470 mil personas de manera directa y otras 200 mil en forma indirecta. Una panadería emplea, al menos, a cuatro personas.

Con respecto al precio del pan, el industrial comentó que "no tenemos fecha para aumentar porque no podemos vender. Sin aumentar nos vamos a fundir y aumentando va a bajar más la venta y nos vamos a fundir igual. Comenzamos a suspender gente".

"Hoy tenemos un precio mínimo sugerido en Merlo de $1.800 en zonas periféricas y $2.200 en las céntricas. Hoy como estamos necesitamos llevarlo 2.500 pesos en las zonas periféricas. Pero a quién se lo vendemos", se preguntó Pinto.

En cuanto al diálogo con el Gobierno, Pinto afirmó que "no tenemos a quién dirigirnos con la Secretaría de Comercio".