En el marco de la llegada a Casa Rosada de un gobierno negacionista, organismos de derechos humanos, la CGT y las dos centrales de CTA, movimientos sociales y agrupaciones políticas se movilizaron hacia plazas de todo el país.

Lo hicieron para conmemorar el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. El epicentro estuvo en Plaza de Mayo. A 48 años del golpe de Estado, fue una de las marchas más multitudinarias de los 40 años transcurridos desde la restauración de la democracia.

SILUETAZO POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA 

Por Dolores Curia

“24 de marzo: las calles amanecen con el siluetazo”. La frase aplica tanto para el 24 de marzo de 1983 como para este domingo. El Siluetazo fue una performance que nació con un régimen militar en retirada, en el marco de la Tercera Marcha de la Resistencia, cuando por iniciativa de tres artistas (Rodolfo Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexe en alianza con las Madres y las Abuelas), creatividad y política se articularon -explícitamente- para expresar la demanda de aparición con vida de los 30 mil.

En distintas ciudades y pueblos del país, según relata Adriana Taboada, una de las impulsoras del Siluetazo, se marchó con las figuras. “Cada espacio social, cultural, asamblea vecinal, organización gremial sumó la producción de siluetas a sus propias actividades. La idea era pegarlas en las fábricas, clubes y escuelas en donde trabajaron y militaron los desaparecidos. El siluetazo histórico de 1983 tenía que ver con que las ciudades amanecieron con las pintadas de las figuras en espacios públicos,“pero nuestra propuesta este año es que cada grupo que quisiera sumarse lo hiciera a su modo”, dice Taboada.

MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA

Por Flor de la V

Se cumplen 48 años del último golpe de estado cívico, militar, eclesiástico en Argentina. En medio de las polémicas, resurgen el negacionismo y el intento de reivindicación de una época nefasta de nuestro país. Por suerte, esta semana un halo de luz iluminó un rato lo que por momentos parece ser una vuelta a la oscuridad: la Cámara Federal de Casación rechazó un pedido de prisión domiciliaria realizado por el represor Bernardo Caballero, recordándonos que según tratados internacionales con rango institucional los condenados por delitos de lesa humanidad no pueden ser indultados, ni recibir amnistías o beneficios.

El máximo tribunal penal, la Cámara Federal de Casación, desestimó el planteo de Bernardo Caballero, un exmilitar de 68 años detenido en 2015 cuando volvía a nuestro país para votar. Caballero integró el área de inteligencia de institutos militares y fue condenado en la causa Campo de Mayo. En este proceso, lo encontraron culpable de delitos como privación ilegítima de la libertad, tormentos, allanamiento ilegal, robo, abuso deshonesto, violación y homicidios. A Caballero se le adjudican 300 víctimas. Lo apodaban el Ángel y era custodio del centro clandestino de detención El campito, que se encontraba en Campo de Mayo, un predio de más de 4000 hectáreas que pertenece al ejército. Durante aquellos años negros fue utilizado para alojar a presos políticos. Solo por este centro clandestino habrían pasado más de 6000 personas y se estima que sobrevivió menos del 1%. Bernardo Caballero le infringió a lxs secuestradxs torturas y crueldades extremadamente espantosas.