Por Tony Villavicencio | Quiero aclarar a los malos entendidos, que ya no pertenezco al equipo de Nuevo Diario de Santiago del Estero. No tengo ninguna relación con las publicaciones sobre el candidato a intendente Felipe Cisneros. Soy un jubilado que ejerce el periodismo en El Municipal Web, que es de mi propiedad.

Después de las injustas y mentirosas críticas, atribuyéndome las publicaciones y desprestigiando al medio para el que trabajé, es mi deber informar  las razones históricas que favorecieron para que Nuevo Diario se quedara en el corazón de los santiagueños, y contrario a lo que se dijo en la prensa local, fue el medio que rompió las cadenas del monopolio y del centralismo comunicacional, que había reinado por más de diez décadas en la provincia.  

Tengo el orgullo de contar que estuve aquella noche y madrugada del 15 de septiembre del año 1991, sin dormir, junto a don José María Cantos (fundador de Nuevo Diario), quien hizo historia en Santiago del Estero. Fue el medio que sembró en la conciencia los valores de los derechos, las obligaciones y las libertades de los ciudadanos santiagueños.  

Su mensaje, su espíritu editorial y el compromiso del fundador elevó la autoestima del pueblo, incluyó a miles de santiagueños omitidos por una provincia de un país dederal, a la que se gobernó 50 años con el mezquino y perverso centralismo unitario, para quienes solo existía la ciudad Capital. E ciudadano del interior, los del campo, fuimos tratados como si fuéramos  parias, víctimas de un sistema comunicacional social, político y perverso que reinó y silenció el sufrimiento de los santiagueños del interior por más de 100 años.

Sr. Cisneros, después de escuchar a sus pocos seguidores, usted sabe muy bien que yo no fui el periodista que le hizo la primer nota. Con respecto a lo que expresaron en Nuevo Diario, el medio nunca acompañó el autoritarismo del juarismo, es de irresponsables realizar esas declaraciones. Desde mi lugar puedo afirmar que no fue fácil romper las asimetrías del aislamiento comunicacional, social y político que se había apoderado de las conciencias de los santiagueños. LV11 y Nuevo Diario fueron  las herramientas comunicacionales que purificaron en aquellos años la democracia santiagueña.   

Había que recorrer por caminos destruidos. Rancho por rancho, con ayuda de LV11, única herramienta al servicio del pueblo, por donde se escuchaba la voz de los que sobrevivían olvidados.  

Empero, aunque hoy nos nieguen, fue el sacrificio y la fuerza de ideales y convicciones la que nos permitieron trasformar picadas en caminos y llegar con los ejemplares de Nuevo Diario hasta el último rincón de la geografía provincial.

La contra en la ceguera de obstruir no advirtió que Nuevo Diario nunca tuvo el espíritu de competir, sino la de romper las cadenas de ciudades y pueblos que permanecieron cautivos de la pobreza, cansados de sufrir injusticias silenciados por la prensa centenaria.

Es bueno recordar que cuando alguien se sentía víctima de una injusticia o de la privación de un derecho, se defendía amenazando con publicar en Nuevo Diario, por eso el diario de Don José María Cantos es de todos los santiagueños, pero más de los que no tienen voz, de los débiles, de los que sobrevivieron en el interior cansados de soportar el silencio.

Treinta años no es nada, solo es el primer tramo del camino a recorrer, empero sí hay que decirlo por estos días se retorna en las páginas de interior a la peligrosa manipulación del mezquino y perverso centralismo y para hacerlo nos niegan, quieren borrar las huellas del esfuerzo, las ganas, la fidelidad de quien sin proponernos los vencimos. Son los títeres de saco, corbata y brillantes gemelos los que todavía no han entendido lo que debieran haber comprendido, que en periodismo para ser mejor, es necesario ser el más útil y los santiagueños de los últimos treinta años reconocen la obra de Nuevo Diario.

Santiago del Estero es una provincia de un país federal, y más federal debería ser hacia adentro, el Nuevo Diario no es un medio de un barrio de la Capital como dicen alguno de sus dirigentes.

Este medio, desde su fundación, fue herramienta de organización y difusión comunicacional, con un mensaje de integración e inclusión social y es por eso que su principal fortaleza es el interior, donde se instaló, y no por obra de la casualidad, sino por el valor de un empresario gráfico de los kilates de don José María Cantos, pero también por el esfuerzo de una juventud empujada por sus ideales y convicciones que recorre metro a metro la provincia.

En lo personal a Nuevo Diario de Santiago del Estero, desde Quimili llegue aquel 15 de septiembre de 1991, calzando alpargatas al que ayude a nacer y acompañe con fidelidad su crecimiento, al que entregue lo mejor de mi juventud, y aprendí a pulir  ideales y me enseño que los tiempos pasan y los hombres también y que a las historias las cuentan y las escriben los que la vivieron y no es la que la cuentan la imaginación de los resentidos sin causas.

 El Nuevo Diario  público lo que usted expreso del plan ganadero ni tampoco  yo fui el periodista que le realizo la nota como afirmaron sus  equivocados dirigentes en  medios locales y  redes sociales.