Por Tony Villavicencio | Allanaron propiedades personales y laborales de Cristina y no encontraron nada. Están buscando la guita que se quedó y yo, desde Monte Quemado, ya no puedo seguir callando y estoy arrepentido, y quiero confesar ante la justicia macrista donde la ex presidenta la escondió a la guita que Bonadío  no la puede encontrar.

Cumpliré con mi deber ciudadano de decirles que Lanata está mintiendo y la induce a la justicia que la siga buscando en el lugar equivocado, y aunque defraude a los periodistas colegas voy a contar la verdad. Yo desde un pueblo perdido en el interior profundo de la Argentina, tengo la primicia, deberían buscar mejor, ya que Cristina escondió la guita que se robó en muchos lugares, para que sea más difícil encontrarla y no poder así culparla.                                                                     

Les cuento que la ex presidenta fue inteligente, no la amontonó, sino con toda su capacidad desparramó a los millones de dólares por todo el país y yo le voy a confesar al pueblo argentino y al juez Bonadío donde está la platita de los argentinos. Pero eso sí, me tiene que hacer declarar  bajo la figura del arrepentido, porque así, aseguro que me quedo con el vuelto y me garantiza la inmediata libertad. Firmo mi declaración y me voy a casa. Cuento donde la recibía y dónde tiene y quién la ayudaba en Santiago.

Y voy a comenzar diciéndoles que en Monte Quemado, con la ayuda de un tal Gerardo, la escondieron. Aunque ustedes no lo quieran creer, Cristina, muy viva, escondió parte de la fortuna en la ciudad cabecera del departamento Copo. Saben a dónde la escondió, en la obra del hospital del Norte Grande, en la planta potabilizadora, en el CIC (Centro Integrador Comunitario), en el colegio Fray Genecio Baldan y también en asignaciones familiares. La escondió en notebooks para los chicos pobres de las escuelas N°421, 336, 313, 1.134, Colegio Provincial.

Sí, el Dr. Bonadío, la escondió en fórmulas ascendentes de jubilaciones, en subsidios para que la gente no pague tanto a las empresas de gas, luz, agua y transporte; la escondió pagando la deuda externa para que pudiéramos desendeudarnos y tener las manos más libres para poder seguir cacheteando a los intereses financieros que gobiernan al mundo, la escondió en miles y miles de casas otorgadas a través de un Programa llamado PROCREAR, la escondió en satélites que mandó al espacio para que no nos escucharan otros las conversaciones, la escondió en Atuchas, la escondió en Qnitas, la escondió en una empresa que recuperó llamada YPF (No sé si te suena); la escondió también en construir Escuelas, en derechos para los que aún no conseguían un empleo que dignificara sus vidas; la escondió en tus benditos electrodomésticos que compraste con el Ahora 12; la escondió en Centros de Jubilados, en tus bolsillos, en los míos, en los de ellos y en un montón de lados más que la ceguera mediática y tu odio generado no te permite ver; pero está ahí.....La guita que tocó Cristina está ahí.

Ya no puedo aguantarlo más y lo tuve que decir. Soy un arrepentido de mier-- Si el juez Bonadío quiere citarme a declarar para que cuente todo lo que sé, mi nombre es Hugo Antonio Villavicencio, me dicen “Tony”, vivo en la ciudad de Monte Quemado, Dpto Copo, provincia de Santiago del Estero y con orgullo, con mucho orgullo voy a ir a Comodoro Py a declarar y contar donde está la guita que Cristina escondió, y en una de esas, cuando vuelvo, Mauricio me regala alguna de sus cuentas Offshore y de paso me dejan viajar aunque mas no sea en calidad de croto, en el tren  Belgrano Carga que construyó para uso exclusivo de los ocho socios latifundistas que tiene y que son dueños de las soja que se cultiva en Salta. 

PUBLICACIÓN  DEL COFRE DEL PERIODISMO: NOTA PUBLICADA EL 24/4/2019