Parte II | Los traidores solo responden a la patria financiera de la Geo Economía. No debemos olvidar que el ex presidente Mauricio Macri ocupa el   décimo segundo lugar entre los hombres más afortunados del mundo.

Claro, alcanzó ese nivel de riqueza después de los 45 mil millones de dólares, del préstamo del FMI que la tendremos que pagar nosotros y futuras  generaciones de argentinos.

Salió  a  la luz, Mauricio Macri es el patrón político del presidente electo  Javier Milei y  su jefe de campaña Ángel Caputo  conoce que en cualquier parte del mundo  con el odio exacerbado contra la clase política se debilita a la democracia, y lo confiramos proponiendo un incómodo paseo por la realidad del odio que acampa a sus anchas desde hace años en los canales de televisión y radios del grupo Clarín.

Los adolescentes y  jóvenes en estos últimos seis  años  convertidos por la televisión en patriotas educados. En el yo, frente al resto; en el yo, primero; en el primero los nuestros. Estrategias que se repiten hoy y son   los mensajes de las camisas negras del totalitarismo italiano de Benito Mussolini, cuyas políticas se vuelven a reeditar en argentina siglos  después  con la llegada a la Casa Rosada del presidente electo de La  Libertad  Avanza,  Javier Mileicowski.

La  ciudadanía tendrá que pararse de nuevo delante de lo acontecido. Los Derechos Humanos pisoteados, prometen hacer desparecer al estado solidario y responsable. Nuestra democracia ha decidido externalizar sus obligaciones y entregárselas al reino de la ultraderecha, que propicia el  capital inhumano y salvaje.   

La  dura realidad del retroceso de los Derechos Humanos. Porque si algo es sabido es que el odio en Argentina es poliédrico. Puede surgir de creencias, perjuicios y violencias que tenemos o que sufrimos, de conflictos entre grupos o de problemas económicos, desigualdades o turbulencias y promesas políticas cuyo incumplimiento frustra a la población.

Pero es importante recordar que nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, ni por su origen o religión, ni por su condición educativa/social/política o económica. El odio es una elaboración, una respuesta que se enseña y se aprende. Y el gobierno de los libertarios es el fruto del odio planificado.

 Me enseñaron y lo pudimos comprobar de la misma manera que aprendemos a odiar, también podemos -más bien debemos- aprender a respetar, a amar, a vivir en armonía con el diferente. El respeto, la empatía, la solidaridad…son valores imprescindibles, la semilla que hay que esparcir para que no surjan prejuicios ni adquieran estos proporciones alarmantes como las que sustenta el fascismo en  las distintas formas de violencia que encienden.

En los últimos tiempos, los discursos de odio se fueron filtrando y asentando en el tejido social y en el imaginario de la población como rémoras de la inconformidad o de la frustración social, a caballo de las fake news, de las idolatrías o de las políticas públicas que no dan respuesta a toda la ciudadanía. El odio fue instalado y fue creciendo en el monopolio de medio grupo Clarín y fermentan en  las redes sociales…

Hay  medidas del presidente electo Javier Milei de hacer desaparecer los medios de comunicación públicos, privatizar entre otra YPF para beneficiar a  grupos muy reducidos encabezado por el poder económico de Mauricio Macri, en detrimento de poblaciones que viven en la miseria a causa de este desastroso, peligroso y falto de escrúpulos que mostraron los del PRO.

Hermanos argentinos, estamos  a pocos días del inicio de un  proceso del capitalismo salvaje que responde a los intereses de la Geo economía, que mantendrá  cautiva a la democracia de argentina. Repito, comenzó por Perú, lo intentaron con Bolivia y ahora el golpe letal, lo hicieron en argentina.

Sembraron en el pueblo  el odio, corrompieron  la  Justicia,  culparon  de corrupta a la dirigencia para justificar al  muñeco  el preámbulo de   toda su campaña, “La casta política corrupta”. Hoy queda claro que tendremos un presidente que responderá  a un  patrón, y no al pueblo argentino.

 Con este presidente y sus medidas  habrá motivos para protestar, pero les recuerdo, la paz es mucho más que la ausencia de guerra, tenemos  que  convivir con nuestras diferencias promoviendo el respeto a la igualdad entre los seres humanos, la justicia universal y la defensa de manera activa y recipiente de los Derechos Humanos de los que, en definitiva, depende dicha convivencia.

DIOS GUARDE A LOS ARGENTINOS, PROTEJA Y SALVE A LOS SANTIAGUEÑOS DEL ATROPELLO VERBAL DEL PRESIDENTE ELECTO.