La justicia excluyó del hogar a su hijo y la anciana de 80 años. Quedó sola en una precaria vivienda, sin sanitarios, enferma y es alimentada por una vecina que se solidarizó con ella. Es por 90 días.

Esta triste historia tiene de escenario una precaria vivienda ubicada sobre la calle 2 de abril, en los fondos del barrio El Triángulo de la ciudad de Monte Quemado, donde este diario encontró a doña Selva Escalada, una anciana acompañada de sus dos perritos, sobreviviendo como pueden en una vivienda que le habían prestado.

Entrevistas

La situación de los conflictos entre la anciana y sus hijos en el barrio es conocido por todos. Una vecina de la cuadra, al entrevistarla no dijo: “Yo le cuento lo que me pregunté, pero por favor no me nombre al muchacho, es muy problemático, nosotros lo ayudamos a la  abuela pero desde que no está su hijo la vemos  mal, es que el muchacho estuvo preso, creo que de la fiscalía lo prohibieron que volviera a su casa y desde hace ya más de dos o tres meces que no se lo ve por el barrio, y ella es la madre que llora y espera que regrese su hijo”.  

Entrevistamos a también a doña Rosa Maniuk, vecina, quien nos contó que la abuela está sola y enferma,  que ella dentro de sus posibilidades la ayuda y que cuando está siempre le alcanza la comida, pero por su trabajo viajan con su marido y  no hay otro vecino cercano, por lo que la abuela queda sola. “Se la ve enferma, la noche anterior un vecino trajo un enfermero y le colocaron una inyección por una colitis. Si me ayudan a terminar una pieza no tendría problema de llevarla a la abuela a vivir en su casa y atenderla”.

La abuela

Este medio visitó en su casa a la abuela Selva, quien nos recibió con un papel higiénico en su mano y se disculpó porque toda la noche tuvo un ataque de hígado y sufre desde hace día un desarreglo de vientre.

Se la vio extremadamente delgada y demacrada, la invitamos llevarla al hospital y se negó diciendo: “Fui varias veces, no hay médico, no hay enfermeros y no te quieren internar por no darte de comer”.

Pidió disculpas porque se iba al baño y la vimos caminar hacia el fondo del terreno, pasaron unos minutos, “no lo han  visto al nuevo intendente, aquí anduvo haciendo política, prometiendo que me iba hacer una casa con  baño y yo fui a verlo en la municipalidad y no me atendió, y con este problema de mi hijo vinieron desde la municipalidad, me trajeron unos fideos y nunca más aparecieron”.

En otro tramo de la conversación, contó que siempre discuten con su hijo y que los vecinos los denunciaron y vino la policía. Se lo llevaron, le prohibieron que volviera a su casa, “la vivienda es de mi sobrina, en el mes de marzo se la tenemos  que entregar y yo sola no sé qué voy hacer”. Hizo una pausa, recordó a su hijo (se llama Damián Alfredo), y agregó que “la policía no lo deja volver”. Quebró en un llanto, nos costó calmarla y la conformamos comprometiéndonos a buscar a su hijo.

Este medio lo ubicó y entrevistó al joven Damián Alfredo Escalada… Será publicada en la edición de mañana martes.