Por Tony Villavicencio | Ayer, esperaba a un amigo frente de uno de los supermercados y alguien con las bolsas vacías se acercó a la ventanilla del auto y me dijo, “Tony, escribí que hoy vuelvo a mi rancho sin llevar  el pan dulce”.

“Algo que nunca nos faltó”, acotó.

Quedé pensando en cómo serían las fiestas sin pan dulce, sobre todo teniendo en cuenta la inflación que hay. No se consigue un pan dulce a menos de $800; uno de un 1kg. Puede llegar hasta los $2.400.

La falta de insumos puede llegar a complicar la elaboración de unos clásicos de fin de año, pero ¿alguien se imagina unas fiestas de fin de años sin pan dulce? Lo que para muchos pareciera algo lejano, se transforma en una amenaza concreta.

Entrevistamos algunos panaderos de la ciudad y aseguraron que debido a la carencia de dólares en el Banco Central, es muy posible que para fin de año no haya pan dulce, ya que tanto la fruta abrillantada como el papel para hornear vienen de Brasil y los costos de producir es muy alto, y prácticamente se encuentra fuera del poder de consumo del trabajador argentino cuyo sueldo sufre una devaluación  por la inflación.

En función de este dato, consultamos a dos referentes del rubro, ya que una Navidad sin pan dulce sería algo inimaginable. Consultamos a dos súper mercaditas y nos expresaron: “Para elaborar el pan dulce han surgido problemas; no tanto por la fruta abrillantada, porque hay producción nacional, pero lo que va a faltar son frutos secos”.

Salí de esos negocios pensando, “nueces y pasas de uva tenemos en la Argentina. También hay algo de pistacho, sobre todo en San Juan. Pero los demás frutos secos, como las avellanas y castañas, que vienen de Brasil, van a representar un inconveniente, sobre todo para aquellos que no compraron los frutos secos con anticipación y hoy te lo venden a precio dólar.”.

Le pregunté a mi panadero de todos los días,  Amilcar,  toda una institución en materia de pan artesanal, y me dijo: “Pensar a diciembre en este país es complicado. La fruta abrillantada y el papel no representan un problema, ya que la primera viene de Corrientes, y si bien hay faltantes con el papel en otros rubros, como servilletas o envoltorios, para el pan dulce no habría”.

No quedé conforme, porque estaba convencido que no podría ser tan caro y complicado producir, y me pidió que llamara a una panificadora de Quimilí, quienes me respondieron: “Diciembre suele ser un mes complicado de compromisos  a nivel social. Pero también las fiestas, entre ellas la Navidad, son fechas que históricamente han significado reunión, reconciliación, amor entre amigos y familia y es triste  cuando no se tienen los recursos suficientes para completar una mesa, y nosotros hemos elaborado un pan dulce intermedio con un costo de 260 pesos el  de 1/2 kg; y 520 el de un 1 Kg.”.