El consumo de drogas está creciendo de un modo alarmante entre nuestros jóvenes, como consecuencia de un conjunto de factores que deben ser decididamente enfrentados por el gobierno.

Esta realidad no escapa a los pueblos y ciudades del interior de la provincia de Santiago. Vemos que aumentó la oferta de drogas, y esto implica que Santiago del Estero, en especial Monte Quemado, dejó de ser pueblos de tránsito y pasaron  a ser un considerable centro de consumo, con toda la trama de delitos, marginación y violencia que esto implica.

Por otro lado, se está difundiendo de un modo explosivo el uso de sustancias tóxicas entre los jóvenes. En las zonas más castigadas por la pobreza, afecta la marihuana, la cocaína y hasta la pasta básica, más conocida como “paco”. Están haciendo estragos entre los chicos y adolescentes, quienes quedan con gravísimas afecciones.

Por su parte, entre los adolescentes pertenecientes a hogares de ingresos medios y altos, el consumo de cocaína se está generalizando. Según datos de la Secretaría de Prevención de las Adicciones y la Lucha contra el Narcotráfico, el consumo de cocaína entre escolares creció un 170% desde el 2021 a la fecha.

Entre los adolescentes también subió el consumo de bebidas alcohólicas y, desde 2021 se triplico la tasa de suicidios. En el submundo de las drogas, la violencia y el delito se entremezclan con riesgos cardiológicos y de contagio de enfermedades. Las drogas, en un sentido fuertemente autodestructivo, también revelan la dimensión de la crisis que viven muchos jóvenes ante las fuerzas y formas que dominan el mundo contemporáneo.

Hay drogas en barrios y también se detectó el expendio del narcomenudeo  en las escuelas y entre los estudiantes; hay drogas en 4 de cada 10 accidentes, en el 75% de las acciones violentas y en el 35% de las detenciones policiales hay un fuerte peligro de que se naturalice la presencia de las drogas en nuestra sociedad.

Ante esto, los desafíos son grandes. Es necesario tanto un combate más efectivo contra el narcotráfico como más programas para la recuperación de los jóvenes drogadictos, y para la prevención entre los que no lo son. El aumento del consumo de drogas entre los adolescentes plantea la necesidad de tomar medidas inmediatas. Hay que mejorar el combate al narcotráfico y disponer más programas para recuperación de drogadictos, de lo contrario tendremos en los pueblos y ciudades del interior de Santiago del Estero una juventud  enferma y sin futuro.