Miren…miren…lo que siempre vieron. Esto ocurre desde hace 37 años. Llovió 12 milímetros, y en el paso nivel Este de Monte Quemado las motos circulan por las veredas, y los autos por el barro aguachento que se filtra  por las puertas desvencijadas.

A lo largo de los años, cuántos fundieron sus vehículos en el intento de pasar después de las lluvias por este paso nivel. ¿Un espacio convertido por varios días en una pileta, no les parece que es más de lo mismo?

Cuántas oportunidades tuvieron los gobiernos que pasaron por la municipalidad para solucionar un problema que se repite, y que con el paso del tiempo se agrava. Sin dudas, no es la primera vez que pasa, es reiterativo con cada lluvia, se inunda todo. En ocasiones hubo pérdidas materiales muy costosas, como el de reparar un motor fundido de vehículos nuevos.

La gente reclama la mugre acumulada en los desagües, pero más que eso, la realidad de hoy es que los gobiernos que se sucedieron y quieren repetirse, no supieron prever el crecimiento de una ciudad que permanece  asfixiada por la precariedad de sus obras de infraestructura.

No solo el problema es en el paso nivel Este, sino también en los fondos de la avenida Mitre; y las inundaciones del Barrio 12 de Octubre, donde después de las lluvias los vecinos sobreviven con las calles convertidas en fangos, donde el roer de sapos y ranas nos los deja conciliar el sueño.

El agua no tiene dónde desembocar y al tener tapadas las zanjas, algunas casas quedan a un nivel más bajo que la calle y todo va hacia ahí, provocando las inundaciones y también las pérdidas materiales; si se te moja un colchón, la frazada o algún mueble, no podés recuperar nada. El problema hídrico de Monte Quemado es grave, y es obra de todas las gestiones de gobierno que pasaron los últimos 30 años por la municipalidad.