Gracias a la virtualidad y el mundo de la inmediatez, los adolescentes pueden obtener la mayoría de las cosas en sólo minutos. Si eso no ocurre, los padres se encargan de facilitarles la tarea para que no sufran. Aunque, por ese accionar los jóvenes salen perjudicados ya que no se les permite conocer el sacrificio para obtener algo que desean.

Esto ocurre a menudo ya que se les facilita el acceso a lo que necesiten sólo para no se frustren, ni sufran. Total, ya van a sufrir en el futuro. O eso es lo que la mayoría de los padres dicen frecuentemente, pero cuando llega ese futuro no están listos porque carecen de herramientas.

Los adolescentes están empachados de confort y los adultos son los responsables porque los acompañan mal en el camino de la vida. Mientras más se empachan, menos valoran, publica diariohuarpe.com.

¿De qué forma actuar distinto?

Los padres deben dejar los hijos se frustren, que se equivoquen y que asuman las consecuencias de sus acciones.

No les den todo, permitan que a veces les falte algo para que aprendan a valorar.

Que el mayor de los esfuerzos no sea en compras de elementos que nunca terminaran de disfrutar. Que sea para darles tiempo para compartir juntos.

Sin dudas, los recuerdos más valiosos son los pequeños grandes gestos que quedan marcados en el corazón y con los adolescentes empachados de confort no vamos a lograr nada.