La multidimensionalidad de la desigualdad en Monte Quemado determina su complejidad y las diversas posiciones interpretativas limitan a una sociedad cansada de soportar las injusticias de los privilegios y la discriminación en el marco de una pandemia que impone igualdad de derechos.

La sociedad de Monte Quemada está harta de ver lo que la foto muestra y ocurrió ayer, en plena luz del día, cuando en uno de los negocios de la familia gobernante, un camión ingresó a la ciudad y se estacionó en la Avenida 1ro de Julio y descargó en un galpón cientos de cajones de una conocida gaseosa, mientras los demás comerciantes cualquiera sea el rubro y condiciones, están obligados a caminar hasta la ruta, y recibir de sus proveedores la mercadería ya que los mismos están imposibilitados de ingresar a la ciudad y todos se preguntan por qué la parentela del poder  no.

Es decir, desde el comité de emergencia se impone el cumplimiento del protocolo a los ciudadanos vecinos de Monte Quemado con castigos que rayan el secuestro de sus vehículos, multas y hasta con privación de la libertad, en tanto que reina el privilegio para los familiares, amigos y seguidores del poder político y las causalidades, de una desigualdad que discrimina a unos y privilegia a otros y que se fue incorporando en la condición social de un Monte Quemado harto casado de injusticias.