Realmente en Campo Gallo las cosas no están bien, casi la totalidad de sus funcionarios son cuestionados por sus acciones.

Empleados del aserradero que pertenece al intendente ingresando en forma ilegal en un camión (al final se descubre que es de su propiedad), ambulancia que transporta personas desde Capital sin ser pacientes, suspensión de transporte de agua hacia algunas localidades del interior por caminos intransitables, reclamos por viviendas sociales, denuncia contra el intendente por maltrato, son algunos de las cosas que generan malestar en la ciudad.

Además, reclaman la falta de información del comité de emergencia sobre el primer caso de covid-19 en la ciudad, donde solo se tuvo conocimiento a través de un único comunicado emitido por el jefe de seccional 18. Hasta el momento no hubo otra información, no se sabe si se realizaron o no hisopados a personas de contacto estrecho y mucho menos sus resultados. Todo esto y algunos hechos no menos importantes fueron reflejados por el Municipal Web, como así también todo el accionar de uno de sus funcionarios, quizás el más cuestionado por los vecinos es el director de Bromatología Joel Chávez.

Ahora, al no contar con el empleado (Sebastián Garnica) que fue despedido de su puesto de trabajo, acusado de pasar información a este medio de comunicación, no le quedó otra que hacerse cargo del encendido del grupo electrógeno del matadero municipal, cometiendo el grosero error de no bajar las llaves correctas y por lo tanto quemó la computadora de la cámara frigorífica, dejando por ende a toda la comunidad en peligro ya que la carne es entregada inmediatamente luego de ser faeneadas a cada carnicerías, sin el proceso de enfriado correspondiente.

Algunos matarifes están preocupados porque no cuentan con cámaras suficientemente grandes para la conservación, suplican la pronta solución a otro grosero error del director de Bromatología, ya que se está consumiendo carne sin las correctas medidas de sanidad.

Pero lo más grave del director de Bromatología es que lleva ahora sus problemas personales al municipio, ya que los afectados por las ventas de cabras, hecho que también fue reflejado en este medio, se dirigen al municipio a realizar sus reclamos pero no lo encuentran.

Consultada, una de las damnificada expresó: “fui a buscarlo pero no lo encontré, lloré de bronca, a mí me dijo que mis vecinos me denunciaron por las cabras y las tuve que vender a él, pero veo que mis vecinos aún tiene cabras y nadie le dice nada, así que fui a denunciar que la ley sea pareja para todos”.