Durante las jornadas del sábado y domingo los bomberos de Quimilí (Moreno) sofocaron varios incendios.

Las cifras causan escozor en la gente y mantienen en alerta máxima a los 12 integrantes del Cuerpo de Bomberos “Capitán Fausto Gavazzi”, en su base de San Martín y Rivadavia.

En general, trabajaron las 24 horas por incendios de pastos secos, potenciado ahora por el calor y ramas secas, “herencia” de las heladas recientes.

En julio, bomberos y la Sociedad Rural local lanzaron una campaña de concientización en Moreno y distritos vecinos.

Ahí nomás estallaron diversos focos de incendios: Roversi, El Colorado y otras regiones de Moreno y Juan F. Ibarra.

Sábado de terror

Con esfuerzos extremos, llegó el sábado y los bomberos tuvieron 9 “salidas” en Quimilí.

Uno de los epicentros se focalizó en los barrios Los Olivos y Belgrano, al noroeste.

De acuerdo con los expertos, las llamas se iniciaron en el Bº Los Olivos, recorrieron más de un kilómetro y amenazaron ingresar en el predio del cementerio municipal (Bº Belgrano).

En su paso, avanzó por el perímetro de la planta potabilizadora, generando susto mayúsculo entre las autoridades.

Por fortuna, el agua y la experiencia de los bomberos primaron por encima de la imprevisibilidad de los vientos.

Prevenir, lo crucial

Una vez contenido el fuego en esos 9 escenarios, los bomberos pudieron regresar a su base, obviamente agotados.

Su entorno adelantó que ahora reforzarán la campaña, en procura de exhortar a la población al cuidado absoluto.

El objetivo es que la ciudad y el campo “respeten” al otoño, ya que ahora prevalecerán vientos sobre pastos secos.

En todo el año, los bomberos aconsejan no prender fuego en baldíos, ya que habitualmente la gente no se cerciora de que las llamas cumplan su cometido y sean apagadas.

Más de un incendio suele generarse por la negligencia: allí radican muchas respuestas a los diversos focos de incendios.

Aún sin personas heridas, por fortuna, las llamas suelen causar pérdidas económicas; más aún, cuando avanzan sobre cientos de hectáreas con sembradíos.

Fuente: El Liberal