Por Tony Villavicencio | La municipalidad de Monte Quemado se esforzó en pasarle la maquina a la ruta provincial N°4, un camino que demanda un tratamiento especial para devolverle transpirabilidad.

Son más de 2.500 las familias que permanecen en los parajes  de esos  montes del departamento Copo, sin caminos, donde sobreviven aislados e inmovilizados por la pobreza. Habitantes de pequeñas poblaciones  que se levantan como un insulto al  olvido de un Estado provincial que siempre estuvo ausente.

La ruta provincial N°4, columna vertebral del departamento Copo, desde Vinal Zuni a Monte Quemado  es nada más que un recuerdo del pasado. El abandono de años convierte al camino nada más que una expresión de deseo  porque en su trazado el camino se convirtió en tramos en polvo, y con las lluvias de esta última semana en tramos se transformó en represas y en otros en pantanos.  

Transitar por esta ruta al viajero le da la sensación de ingresar al túnel del tiempo, pocos son los que llegan a destino  se  rompen los vehículos, enferma los riñones y agota la paciencia del viajero y la  lluvias convirtieron en nada al esfuerzo  de las máquinas del municipio.

En esta zona del interior del departamento Copo, las familias producen para el consumo propio, no hay posibilidad por este camino de salir con  los cabritos, los lechones y en el mejor caso con algún vacuno para comercializarlos en la ciudad de Monte Quemado.

No son pocas las madres, que sin poder llegar al hospital de Monte Quemado malograron el nacimiento de sus hijos. Los camiones de la municipalidad no pueden llegar a los parajes del interior del departamento Copo con el agua para el consumo humano, y la gente consume agua con arsénico  o comparten el agua de las represas con los animales y cuando se enferman no se lo puede hacer llegar al paciente al  hospital.

Sin duda, el nuevo Santiago al departamento Copo no llegó.  La gente sobrevive aislada como puede y con necesidades básicas que son propias del siglo pasado. Como dijera don Atahualpa Yupanqui, pareciera que  por el departamento Copo “Dios no pasó”.