El carnaval, en la provincia de Santiago del Estero, tiene nombre y un punto cardinal: Quimilí, ubicada al noreste de la ciudad Capital, ha sido la elegida para desplegar el mayor espectáculo carnestolendo de toda la región.

Más de cuarenta ediciones de corsos le ponen un espectacular marco al Carnaval 2018 de la ciudad, a su vez capital de la ganadería santiagueña, donde hoy, sábado 17, está previsto repetir la tercera noche de la presente edición, que concluirá el próximo 24 de febrero, fecha en la que se conocerá la comparsa ganadora y el nombre de la nueva reina.

En esta edición, las comparsas Ara Yevi, Prosefia, Samba Total, LibertadXamirak son las encargadas de animar al público, que noche a noche los acompaña y los alienta brindando un espectáculo del más elevado nivel de toda la provincia.

Ya no hay dudas, el corso de la ciudad de Quimilí es el más talentoso, el más costoso, por su lujo brillo y color de todos los que se realizan en Santiago del Estero, producto del trabajo de algunos “changos” y “chinitas”, que, en antaño, hicieron del carnaval su más noble bandera y se esforzaron para mostrarlo en la avenida Rivadavia, que para todos los febreros del pasado se transformaba en un improvisado corsódromo.

En las comparsas no hay improvisación, se ajusta hasta el más mínimo detalle y su principal fuerza es la uniformidad de la danza, el color, el brillo y el talento, que sumado al esfuerzo, elevaba los espíritus, alegrando corazones, con el marco multitudinario de un público que desde horas tempranas acarreaba sillas y hasta bancos para la familia, y poder así ganarse un lugar privilegiado y no perderse un detalle de la fiesta, que hoy se realiza en lo que es uno de los mejores corsódromos de la región.

Hoy, hay tribunas en el vistoso y cómodo corsódromo, ubicado en el playón de la terminal de ómnibus, por donde desfilan las comparsas de una fiesta de carnaval que se muestra en su más elevado nivel, fruto del esfuerzo de todo un pueblo, que muestra, al paso de cada comparsa, el trabajo silencioso de muchos años y hoy, sin darse cuenta y mucho menos proponérselo, han convertido al carnaval quimiliense en una de las manifestaciones culturales más importantes a nivel provincial.

Sin dudas, hay hombres y mujeres, con nombres y apellidos, pioneros del carnaval, que tuvieron en los comienzos un importante protagonismo. La primera comparsa fue la del barrio Colón, creada el 18 de diciembre del año 1974, en una reunión que se realizó en la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad y de la que participaron Víctor Jorge Valeiras, Delia Esther Rodríguez, Tilma Graciela Lodi, delegación que luego, por primera vez, desfiló en el primer corso realizado en febrero del año 1975, primer año que eligió a su reina a la señorita, Lita Pérez.

Hay otros nombres que aún están entre nosotros, como “Bichilo” Carrizo, Carlos Teodosio Belocevichlos hermanos Juárez, del barrio San Martín, Los hermanos Pintos, del Colón“Rosita” Frías y sus hermanos, pero también es justo recordar al extinto Mario Brito, quien acompañado por, para la entonces locutora de radio, Nancy Osan, formaron la comparsa del barrio Malvinas, o el desaparecido “Vaquita” Reynoso, y otros que quisiéramos en este diario digital nombrar, porque los vecinos de Quimilí son los que lograron poner en el corsódromo a lo que hoy es la mejor muestra carnestolendas de la provincia.

En Quimilí, el carnaval tiene alegría, ritmo y color, porque llevan en la sangre al carnaval, y porque en los corsos, bailan los que tienen ganas, los que lo disfrutan, aquellos que no necesitan de una escuela de danzas, sino que sienten en su venas el calor de la fiesta carnavalera, encendiendo el espíritu de un pueblo que, en el mes de febrero, desde hace 40 años, brilla y baila, en lo que se ha constituido la fiesta del carnaval de mayor prestigio de Santiago del Estero.