Sobreviven en la miseria, en un rancho que se derrumba, sostenido con palos, ladrillos y plásticos. Este es el caso de la familia Sueldo, vecinos del barrio Canal de la ciudad de Monte Quemado.

Allí se encuentran Cristian Antonio Sueldo de 22, su esposa Melina de 19,  su hijo de casi 2 años; y también una hermana de Cristian y su hijo de un poco más de un año.

Ocupan ese ranchito en un estado indigencia extrema. Les falta de todo, y ya no pasa por no tener luz, ni agua, ni baño, sino por no llegar a fin de mes, por dormir en medio de los ladrillos que se desprenden de las paredes.

"Lo que yo necesito es una casa", dice Cristian quien trabaja  haciendo changas y es el único sostén de la familia. Señala que al ranchito se están cayendo las paredes y “no nos  alcanza para levantarlo, la mano está muy dura”. “Vemos que hay gente a las que se le adjudican viviendas, nosotros fuimos muchas veces a pedir en la municipalidad y nos dijeron que iban a venir, pero todavía los estamos esperando, no vinieron y tenemos miedo que el rancho caiga”, agregó.

Si bien la realidad de la familia de Cristian no es muy diferente a la de otras que habitan en este barrio del sector Sur, hay que reconocer que ésta es la que más deteriorada está.

La imagen duele. La casa parece más una ruina que un lugar en el que se crían dos niños. Ver a un padre tan joven desesperado por darle un futuro un poco mejor a su hijo y a su sobrino, también duele porque Cristian pasa muchas horas abrazando palos, descargando bolsas o cajones a cambio de monedas, y tiene esperanza que la municipalidad de Monte Quemado lo ayude y lo incorpore dentro de los beneficiarios de una vivienda social. 

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