(Por Tony Villavicencio). En la ciudad de Monte Quemado, las cosas andan muy mal. La Municipalidad y la policía en manos de una misma familia que construye un hegemónico poder que corrompe y desnaturaliza las bondades del estado de derecho.

En efecto, la cuarentena sirvió para desnudar lo que a voces se comentaba en el pueblo. También,  los policías de vocación se ocuparon hacer trascender que los mandos de la comisaria seccional 22, lejos de ser auxiliares de la justicia, están estrechamente vinculados  al poder político, ya que uno de los jefes de la dependencia pertenece a la familia gobernante de Monte Quemado, el sub comisario Ariel Sosa.

Por estos días, se realizaron procedimientos policiales con varias decenas de detenidos que violaron la cuarentena habiéndose, en oportunidades, secuestrado vehículos de acuerdo a la ley nacional de las restricciones implementadas para contrarrestar la pandemia  mundial del coronavirus

Ayer se conoció, de fuentes vinculadas al juzgado, que hay denuncias que se investigan por parte de la fiscalía, con relación a personas que habrían permanecido privadas de su libertad por violar la cuarentena y posteriormente liberadas sin participación ni conocimiento de las autoridades judiciales. Asimismo se haría detectado denuncias formuladas  en la policía que no habrían sido elevadas a la fiscalía.  

Con respecto a esta grave situación. Trascendió que de la Fiscalías se habría requerido  un amplio informe del movimiento interno de la dependencia, sobre causas en periodo de instrucción, personas que permanecieron privadas de su libertad en este periodo de la cuarentena. Por otro lado, abogados anticipan a este medio que hay personas que están dispuestos a presentarse en la justicia para informar a quienes liberaron en la comisaria otorgando privilegios políticos sin el conocimiento de fiscalía.

El Escándalo

Como si esto no fuera poco,  de  fuentes de la misma fuerza, trascendió que en el día de ayer, el sub comisario Gustavo Ariel Sosa, miembro de la familia Castillo que detenta el poder político, mantuvo una acalorada e irritante discusión con el Dr. Daniel Pérez Alberch, médico de  justicia quien se dice venía a ver el estado de salud de los detenidos.  

Cuentan subalternos presentes que su jefe intentó impedir el ingreso del profesional a la dependencia, bajo la excusa de querer tomarle la temperatura al médico, quien  se vio sorprendido, generándose una discusión e intercambio de palabras, empellones, y dejaron trascender que este hecho estaría relacionado a la detención de un joven al que luego, en un pacto, liberaron para evitar una denuncia por apremios ilegales.

No se puede más

En Monte Quemado las cosas están mal, el  coronavirus, el dengue, la cuarentena y ahora el incesto del poder político y la policía engendró el cuestionamiento de la opinión pública y, ahora, de la justicia. 

Empero, hay que aclarar  “es un jefe no la institución”, dicen en vos baja los nobles policías, porque en la dependencia hay hombres de vocación, quieren conservar el rol para la que fue creada la institución, cumplir la misión de ser verdaderos auxiliares de la Justicia, fieles custodias de  la seguridad de las personas y de sus bienes a la vez que recordaron pertenecen a una organización verticalista, donde el de mayor jerarquía ordena y el subalterno cumple.  

En monte Quemado no solo suceden cosas en la  comisaria, sino pasa en todos lados. La municipalidad con abusos de poder, y ausencia de servicios básicos 

En el banco, con ansíanos separados por los demarcadores, algunos cansados, en el piso, cuando en otros puntos del país y la provincia esperaron cobrar sus haberes sentados.

Sin escrúpulos y sin control

Los precios de la mercadería y la fruta también tienen que ver con lo mal que andamos en Monte Quemado, porque nadie se preocupa de ponerle freno a la ambición desmedida de los que quieren hacer diferencias en circunstancias donde debiera reinar la mesura y la solidaridad.

La municipalidad, envío a clausurar  un negocio, sacaron la fotito, según dijeron fue por abrir en horario no permitido y no cuestionamos el procedimiento, Empero, si hicieron mucho ruido donde nada tiene que ver con las góndolas donde se remarca los precios de la mercaderías y la fruta.

La realidad de la remarcación de los precios, es cierto no son todos los negocios, pero hay algunos donde el azúcar la venden a $82; el litro de aceite de marca desconocida a $145; una garrafa de 10 kg, a $ 650;  un ¼ de alcohol a $120. El tomate a $100 el Kg, 1 Kg de zanahoria a $100, la banana una docena $120, La naranja se disparó, a 15 y 20 pesos cada una.

Entonces sin miedo a equivocarnos

Por lo que paso en la comisaria. Por las denuncias que no llegan a la fiscalía, por el médico al que no dejaron ingresar y lo expulsaron de la dependencia policial. Por los que liberaron por política y debieran estar presos. Por  los ansíanos que no tuvieron una silla  en la cola del banco. Por los comerciantes inescrupulosos que remarcan los precios y nadie los controla, por el dengue y por el coronavirus, en Monte Quemado las cosas andan muy mal.