Por Tony Villavicencio.- En la mente de la política y de los políticos argentinos se vive el convencimiento de que todo pasa por el puerto, y cuando se tiene que planificar las estrategias del progreso y el desarrollo del país, se decide pensando en el obelisco.

El pensamiento y la idea del proyecto del Belgrano Cargas, en su espíritu, conserva esa cultura, cuando de lo que se trata es de la rehabilitación de las vías del ex Ferrocarril Belgrano, en beneficio de un sector productivo y económico pudiente que transportara la materia prima de la agricultura del norte argentino, para llevarla y elaborarla en las fábricas de las dos provincias más ricas del país Buenos Aires y Santa Fe.

Los economistas opinan en principio, que se debiera invertir en la región en la construcción de la infraestructura necesaria para radicar industrias, que generen ocupación de mano de obra y le den valor agregado, a la riqueza productiva agropecuaria en la región, donde se la produce. Si es que realmente se quiere saldar la brecha profunda de provincias ricas y provincias pobres. 

Hoy vemos en el proyecto del Belgrano Cargas, el espíritu de transportar por las nuevas y costosas vías en bruto, los cereales de las provincias del norte.

El macrismo ejecuta al proyecto, promociona a la obra como la reparación histórica del Norte Grande y lo hace con picardía, porque en realidad la obra una vez finalizada, nos develará la hoy inconfesable idea de saquear la riqueza agrícola de Chaco, Santiago del Estero y Salta; beneficiando con un transporte barato a los productores, que en el norte grande no son muchos, ya que la producción agrícola ganadera está concentrada en no más de 20 pool de siembra, que responde a poderosos grupos económicos y a empresas extranjeras, que ni siquiera tienen oficinas ni pertenecen a están provincias. 

Es decir, proponen al productor cargar el sorgo, el maíz, la soja, el algodón, en bruto, y para ello el estado los incentivará con un flete ferroviario barato que les significará una mejora en el precio, de los cereales y del algodón 19% al 26%. En su momento lo aseguró el director de estudios económicos de la bolsa de comercio de rosario (BCR) Julio Calzada.

En realidad el Proyecto en su intención oculta, tiende a conspirar al aprovechamiento de la materia prima en las regiones de origen, cuando lo aconsejable debería ser promover la industrialización, para crear fuentes de trabajo y de ese modo se reactiven las economías de estas provincias, que cargan en sus espaldas, el abusivo centralismo con el que se gobernó a lo largo de varias décadas el país.

El proyecto de la reactivación del Belgrano Cargas, como está planteado, nos devuelve a los norteños, a los años de plomo. Nos llevaron toda la riqueza maderera y nos dejaron los borrachos, y una vez finalizada la obra que todos vemos, se construyó en toda la línea del hoy “Belgrano Cargas”, por donde los campos de Santiago del Estero, Salta, Chaco y Tucumán, cargarán el trigo, el algodón, la soja, el maíz y entonces los pueblos de estas provincias siendo los generadores de la riqueza productiva agropecuaria, continuarán desocupados. Condenados a sobrevivir de subsidios del Estado mediante los planes sociales.