“El Carnaval es la fiesta de la alegría, del desenfreno, del exceso; es la fiesta por antonomasia, pues con denominación diversa y características distintas aparece en todas las épocas y culturas más dispares y en la ciudad de Quimilí descubrí resumidas en un mismo espectáculo la delicadeza de los corsos europeos, sin perder el contenido de la América precolombina, comenzó diciendo el licenciado en Artes y Escenografía José Liborio Valdez, actual director del teatro de la ciudad de Salta, en una entrevista concedida a El Municipal Web.

El licenciado Valdez visitó la ciudad de Nueva Esperanza, departamento Pellegrini, donde vino acompañando a la comparsa Renovación Andina, escuadra que participó en los corsos de Bolivia y Perú, delegación que tenía previsto exhibir su trayectoria internacional en el corso de la ciudad cabecera del departamento Pellegrini, que a última hora del viernes pasado se suspendió por lluvia.

En la oportunidad, el profesional comentó a nuestro periodista que el sábado 2 de marzo, después del mediodía, circunstancialmente pasaba por Quimilí, y por desperfectos en su vehículo, tuvo que quedarse. “Escuché que a la noche se anunciaba la realización de los corsos y a manera de acortar nuestra forzada estadía con mi familia nos mezclamos entre el público, de lo que era una gran fiesta de corsos, en realidad era una fiesta multitudinaria, y por todo lo que se vio, me encontré con un espectáculo entretenido de muy buen nivel”.

Para continuar diciendo, sin ocultar su admiración: “Me vine sorprendido, en ningún otro lugar el Carnaval rememora las tradiciones con aquellos desfiles de carros ornamentados y grupos de comparsas, están las máscaras, la delicadeza en el disfraz y en el público, el juego con agua, serpentinas, con espuma y tengo que reconocerlo, en Quimilí viví como en ningún lugar del país, un espectáculo que es parte del carnaval europeo, pero a la vez, en el corso se asociaron los ritos y ritmos precolombinos, que son los propiciatorios de las cosechas y de las deidades de la tierra, como es el caso de la temática de la comparsa, que después me enteré resulto ganadora, que si mal no recuerdo, su nombre es Zamba Total”.

El profesional, de reconocido prestigio en la región, comentó que muchos años trabajó en la Escuela de Artes de Capital Federal, trabajando con las comunidades barriales y que entre otras actividades culturales, supieron organizar los corsos “y desde hace unos años me vine a radicar en Salta”, a la vez que desde sus conocimientos explicó que “la fiesta, como simbolismo general el carnaval, representa cierta alteración del orden que organiza la sociedad durante el año; donde las jerarquías y los roles se confunden, y si me pregunta por lo que vi en Quimilí, le digo que en Quimilí, por la fiesta, toma características propias que asimismo la identifican y nadie que haya presenciado el espectáculo, puede dejar de reconocer su nivel y desde mi experiencia observó que es una muestra cultural que en su esencia impone el resultado de un trabajo colectivo, social y humano sin precedentes para la cultura y en esto no hay que desmerecer, por lo que me informaron hay un fuerte acompañamiento en inversión y coordinación de parte de la municipalidad”.

A su vez indicó que “me interesó muchísimo saber cómo se la había estructurado, para alcanzar ese nivel de corsos y tengo entendido, por lo poco que me contaron, que la fiesta tiene más de 40 años y el actual intendente (Omar Fantoni) interpretando el sentimiento y la capacidad creativa del pueblo que gobierna, a la alegría y a la creatividad de los vecinos, le sumó inversión y hoy vemos con asombro que el carnaval en esa ciudad contiene una fusión de los corsos europeos, sin perder la esencia de lo precolombino, y es un espectáculo que no tengo dudas, va a alcanzar un interés turístico importante. No digo que no hay que hacer ajustes, sí digo que esta fiesta ya tiene su identidad propia, sólo falta que los medios nacionales y el turismo la descubran”.

El licenciado José L. Valdez concluyó su entrevista asegurando que “vine (a Salta) admirado de los corsos de la ciudad de Quimilí y más allá de los dos días que me tuve que quedar por mi auto roto, la pasé muy bien, con gente muy solidaria y tal vez es prematuro adelantar, pero me gustaría volver a Quimilí para los corsos del año que viene”.