Por Tony Villavicencio.- Doña Deidamia Díaz cumplió 112 años y como lo hacen desde que lleva un siglo de vida, los vecinos le festejaron a lo grande el cumpleaños.

Este acontecimiento, que salió a la luz por publicaciones de Nuevo Diario, se repitió este fin de semana allá en los montes del paraje Babilonia, en el departamento Pellegrini, a 350 kilómetros de la “Madre de Ciudades”, y a cien kilómetros de Nueva Esperanza, cabecera del departamento, donde nació y vive la abuela Deidamia, la mujer más longeva del país.

La anciana, que por momentos muestra una admirable lucidez, vive postrada en una cama, es hincha de Boca y el sábado los vecinos le festejaron su 12º cumpleaños después de haber vivido 100. La abuela se identificó hincha cubriendo su catre con una bandera de los colores azul y amarillo. Sin duda es la hincha de los xeneizes más anciana del país y del mundo.

La longeva mujer vive en una vivienda de material que le construyó y le amuebló el Gobierno de la provincia, por gestión del comisionado Lázaro Orellana, después de haber sobrevivido más de 108 años en un precario rancho, el que fue prácticamente destruido por el tornado que azotó a esa población en diciembre del 2014, que fue cuando la encontró Nuevo Diario, sentadita en una silla petiza, tejida en tientos de cuero, como una estatua de carne y hueso y mil arrugas surcando su frente.

En esa oportunidad, se le realizó una nota, cuyo testimonio viviente sacudió la admiración de los oyentes de Radio LV11.

Los vecinos de Deidamia recuerdan que desde el cumpleaños número 102, todos los años le festejan y la fiesta se transformó en una costumbre de los lugareños, en su  mayoría humildes familias de  hacheros, quienes acompañados del comisionado Orellana, organizan y participan del festejo, al que en principio concurría Nuevo Diario y actualmente hace lo propio El Municipal Web, quien en esta oportunidad regala a sus lectores en la nota un video increíble, realizado a la abuela Deidamia en el día de sus cumpleaños, en lo que es un verdadero testimonio de la prolongación de la vida del ser humano.

La centenaria mujer recuerda que es madre soltera de seis hijos (de los cuales fallecieron tres) y con un gran sentimiento rememora a sus vástagos extintos.

Deidamia ya no puede caminar, se mantiene sentada en un catre de tejido en tiento, al que por nada quiere dejar y habla de su hija como especial, porque dice que aprendió a caminar y hablar antes de cumplir un año.

El comisionado Lázaro Orellana recordó que a la abuela la conocen en todo el norte, y que desde hace ya diez años se reúne los primeros días del mes de mayo para festejarle su cumpleaños. “Realmente todo el departamento Pellegrini reza por su salud y agradece a Dios por el testimonio de vida y esperanza de quien nació en el año 1907, y hoy, por momentos, nos habla del asado con una lucidez admirable”.