Por Tony Villavicencio.- Es frecuente que en las notas relacionada a nuestro Presidente Javier Milikowki (alias) Milei. Los medios advierten en la personalidad del primer mandatario conductas propias de una personalidad narcisista.

Algunos le atribuyen que gobierna aplicando políticas públicas de hambre y pobreza, afectando a jubilados, trabajadores y a la clase media argentina, mostrando una alta dosis de crueldad y placer.

No son pocos los que preguntan si la empatía que muestra el presidente por el sufrimiento de los más débiles es propia de una personalidad narcisista, y en consecuencia, desde El Municipal Web interpretamos necesario recurrir a la Dra. Olga Martina Díaz, psicóloga especialista en Psicología Clínica, Máster en Psicoterapia, para que nos describa cuál es la conducta de una personalidad narcisista.

Características del Narcisismo

La profesional en su informe expresa que la personalidad del narcisista muestra autoimagen admirable. Cree que es una persona de mérito, especial (si no única), que merece una gran admiración; tiene un elevado concepto de sí mismo a pesar de ser visto por los demás como egocéntrico, desconsiderado y arrogante. (¿Hay algún parecido con nuestro presidente Javier Milei, que busca reconocimiento y gloria en el mundo libertario?).

La Dra. Díaz Advierte que el narcisista muestra repentinos ataques de ira, vergüenza o sentimientos de vacío. (Las públicas y repentinas alteraciones de Milei en los canales de televisión y otros medios públicos ¿Casualidad?).

Continúa desde la psicología explicando que “los narcisistas se creen superiores, asumen alegremente que los demás reconocerán su cualidad de ser especiales. Por tanto, mantienen un aire arrogante de seguridad en sí mismos y sin pensarlo ni pretenderlo conscientemente, explotan a los demás en beneficio propio sin límites, hasta lograr sus fines. ¿El presidente muestra creerse superior y Petovello la usó para el mal, sin importarle la persona ni la amistad?

Aunque las atenciones de los demás son bienvenidas y alentadas, su aire de esnobismo y superioridad pretenciosa del narcisista requiere poca confirmación de logros reales o de aprobación social. Su confianza sublime en que las cosas van a salir bien les motiva poco para implicarse en el “toma y daca” de la vida social es otro rasgo del narcisismo (¿Quién puede dudar cuando, sin respetar a la Constitución Nacional, avanza sobre las instituciones del Estado?).

Mantienen una imagen auto-construida de grandeza y superioridad.

Siempre a las explicaciones de la psicóloga “El narcisista no acepta crítica u opinión diferente a la suya. Experimentan una baja tolerancia a la frustración o cualquier situación que no se ajuste exactamente a sus intereses y expectativas. (¿El presidente de los argentinos y el narcisismo que carga en su personalidad, es lo que no le permite medir consecuencias y ya son cinco los conflictos con países hermanos?).

Necesitan a todas horas ser vistas y tener el protagonismo.

La Dra. Díaz cuenta que el narcisista no tiene escrúpulos. Es un individuo con pocas prohibiciones, asume sin culpas medidas crueles, despiadadas. Desarrolla una ilusión de superioridad, pero esconde un profundo sentimiento de deficiencia, sin sentirse culpable y sin vergüenza culpa a los demás de sus propias culpas. (Dejó sin medicamento a los enfermos oncológicos, despidió del trabajo a 70.000 trabajadores del Estado, se negó en enviar la comida a los comedores infantiles y culpa del fracaso del incumplimiento de su gobierno a la oposición).

La profesional médica especifica que “de acuerdo a los procesos funcionales, las personas con personalidad Narcisista se comportan: Expresivamente arrogante, altanera, pomposa y desdeñosa, se siente por encima de las normas de convivencia y las califica de superficiales o inaplicables para sí mismo; muestra una descuidada falta de atención por el sufrimiento del otro y nada interesado por la integridad de las personas y una indiferencia presuntuosa hacia los derechos de los demás.

Mecanismo de racionalización. Se engaña a sí mismo y tiende a elaborar razones plausibles para justificar su egocentrismo y su comportamiento socialmente desconsiderado; encuentra coartadas para situarse en la mejor posición posible a pesar de los evidentes obstáculos o fracasos. (Se engaña a sí mismo, niega errores y culpa a otros convencido de sus propias mentiras).

Adolfo Hitler fue narcisista elitista. Creyó formar parte de una raza superior y enfrentó al mundo. Lo que teme realmente el narcisista es asumir la mediocridad y buscan desesperadamente la admiración y el reconocimiento de los demás.

hitler milei narciso

Si comparamos el informe de la psicología, que desnuda una personalidad narcisista, observamos que en la personalidad del presidente de los argentinos, Javier Gregorio Milikowki (alias) Milei, hay una marcada expresión del trastorno narcisista, que para nada es analizado por el Congreso de la Nación, con diputados y senadores más preocupados en acuerdos personales o sectoriales, sin advertir que la democracia argentina está en peligro.

Dios salve a la patria.