Por Tony Villavicencio.- El sector forestal y toda la cadena productiva encabezada por los empresarios de los aserraderos reclaman a la Fiscalía del juzgado de Monte Quemado y a la policía de la región, reglas claras, en lo que respecta a los controles de la madera en tránsito.

El sector que no recibe subsidios, no corta rutas, trabajan silenciosamente por estos días en la circulación de la madera por caminos y rutas, donde sufren controles policiales que atribuyen fue ordenado por la Fiscalía, del Juzgado de Monte Quemado que desembocan en el secuestro de costosos equipos cargados de madera por supuestas infracciones de las que no fueron previamente notificados.  

Al respecto recordaron que en casos la presentación de la documentación propia es el carnet del conductor del tractor, el seguro y la guía que indica la procedencia de la madera y aseguran empresarios que a pesar de haber cumplido con estos requisitos, la autoridad policial señalan que por orden de la fiscalía debían secuestrar los equipos y trasladarlos al local de Bosque en la localidad de IFIA.     

Los equipos secuestrados son numerosos y la incertidumbre mantiene por estos días prácticamente paralizado a los más de 40 aserraderos de la ciudad de Monte Quemado, los que sin materia prima no producen, sus obreros no trabajan y aun no se tiene en claro cuáles son las nuevas medidas que impone la Fiscalía para circular con la madera por los caminos y las rutas del departamento.

Es necesario destacar que el gobierno provincial, mediante el ordenamiento territorial de la Dirección de Bosques, admite un aprovechamiento racional y sustentable de los recursos naturales, con lo que fue un ordenamiento que admitió el asentamiento de los aserraderos constituyendo a la actividad forestal en la principal herramienta productiva y económica de la región.

También es cierto que el sector no escapa al concepto demonizado del hombre y la destrucción del medio ambiente, en lo que fue una realidad del pasado en tiempos del obraje. Hay que decirlo, en estos últimos años la actividad foresto-industrial en la provincia y en esta, su principal cuenca Forestal Copo, es racional, sustentable y la actividad forestal industrial es empresarial con los aserraderos que generan y ocupan mano de obra formal con algunas informalidades laborales propias de un país en crisis.

El sector forestal, sufre en las sociedades de las grandes urbes. Las consecuencias de la pesada herencia del pasado. Tiempos de obrajes y capangos que se quedaron lejos, muy lejos en los confines de la historia. Hay que decirlo la actividad forestal desde el cuidado de los recursos naturales, es racional y la actividad se ha convertido en la principal actividad productiva y económica de la región.

En los aserraderos de Monte Quemado hay verdaderos empresarios solidarios y es justo recordar que en Monte Quemado no hubo reconversión productiva, por lo que repetimos, la actividad forestal organizada y racional es la principal motorizadora de la economía. Por estos días en su mayoría, los más de 40 aserraderos se encuentran sin producir, con obreros sin trabajar y en casos sin materia prima.

Compartimos el ejercicio de las autoridades en los controles, fundados en el cumplimiento de las exigencias que impone la Ley del Tránsito y de protección a los recursos naturales. Pero no admitimos factores estrás de quienes administran justicia cuando para justificar emociones castigan exigiendo el cumplimiento de normativas que no están previstas en la Ley de Tránsito y en otras normativas de la Ley de Bosques.

Por estos días, el sector Forestal de Monte Quemado no oculta su preocupación y se organiza para pedir reglas claras en los controles.