Por Tony Villavicencio.- Los desvaríos de Javier Milei ocupan la centralidad de la atención y los análisis. Creo que el mensaje de la marcha de los universitarios de ayer fue un claro aviso para el presidente, los diputados y los senadores.

Por detrás de la exhibición de su patología, ya nadie en argentina puede dudar que Milei de la mano del PRO, materializan la ejecución de un programa político, social y económico que está empujando a nuestro pueblo a una catástrofe económica, educativa y social sin límites.

Un presidente que no comprende el dolor y el sufrimiento del otro

Es indispensable trazar una breve cronología de la semana que quedó atrapada en el veto presidencial a la movilidad jubilatorio y los palos y golpes a los ansíanos, y ayer otra muestra de las universidades, los gremios, sectores políticos y el pueblo marchó reclamando el financiamiento a las universidades del país.

El PRO busca ocultar la inocultable la alteración mental del primer mandatario y romantizar las consecuencias dramáticas del salvajismo político que está implementando su gobierno Libertario a favor de los grupos económicos de las multinacionales de los Estados Unidos que son desde donde planificaron el plan sistemático que derivan los acontecimientos políticos y económicos que hoy padecen los argentinos.

En la última entrevista, en el programa de Susana Jiménez, Milei exhibió su habitual discurso desorganizado, sus ya preocupantes creencias falsas basadas en deformaciones de la realidad, su comportamiento no cambio con los rasgos típicos de su delirio que lo empuja a la íntima convicción de estar llamado a ser el protagonista de grandes transformaciones del mundo, omitiendo las consecuencias sociales de la implementación de sus divagaciones ideológicas.

Se vanaglorió del ajuste al gasto público, pero para nada se refirió al inhumano despojo que realizó a los jubilaciones, pensiones, prestaciones sociales, obra pública y asistencia a las provincias, y festejó de manera triunfante el despido hasta con humor de 100.000 trabajadores del sector público y anticipo que otros 50.000 irán por el mismo camino.

El “tilingo” y sus ministros

Los resultados en economía de las divagaciones del presidente y su equipo de ministros. Los índices que informa Marco Lavagna desde el INDEC continúan profundizando su sendero inverosímil, y aun así, marcan porcentajes que resultan escandalosos de una crisis social de dimensiones impredecibles.

Los argentinos sufrimos las consecuencias de haberse reducido a cero los gastos, sin mencionar que suspendieron la obra pública las transferencias a las provincias, de haber licuado jubilaciones y salarios, exhiben un clima de época de radicalidad ideológica por parte de los grupos económicos que han asumido la planificación política, económica y social de un país al que pretenden imponerle un destino de miseria planificada.

El salvaje aumento a los servicios

Edenor, Edesur o en Santiago del Estero Edese, empresas que registran rentabilidad económica en sus balances, se ven beneficiadas por un salvaje aumento tarifario que pone en riesgo la vida cotidiana de una parte importante de nuestro país y también el desarrollo productivo que se enfrenta a encarecimientos en todos los rubros de la economía y una caída estrepitosa del consumo.

Atendiendo y trascribiendo a otros diarios especializados en economía nos informamos de denuncias por el dominio de las corporaciones económicas que controlan el comercio exterior argentino, usufructuando la caída del consumo para maximizar exportaciones, asegurar dólares en una economía doméstica que va a demandar menos bienes y servicios; y permitir una planificación más holgada de nuestros recursos estratégicos para beneficio de la organización geopolítica de Estados Unidos y sus potencias aliadas.

En ese mismo sentido Ámbito Financiero advierte que los oligopolios privados que controlan el desarrollo de nuestros hidrocarburos, elaborando normativas para diezmar el mercado interno y asegurarse mayores saldos exportables, normativizando el sector de los biocombustibles para desmantelar su eficacia productiva.

Ayer podíamos leer en el diario Clarín que grandes empresas se quedarán con las centrales hidroeléctricas, el monopolio de la norteamericana Livent sobre el Litio que se consolida; el anuncio de una ínfima inversión de una corporación israelí para explotar nuestro recurso con un método que se presenta como novedoso pero está investigado en Formosa desde hace dos años a la fecha y el coqueteo con Estados Unidos para patrullar nuestro frente oceánico, la autorización para que investigue incendios intencionales en nuestra Patagonia y un escandaloso negocio de apropiación de tierras y recursos naturales en manos extranjeras.

Para darnos cuenta que detrás de las atribuladas intervenciones de Milei en las redes sociales, en la Argentina se está ejecutado un minucioso y planificado ciclo de consolidación absoluta de la extranjerización del dominio de nuestros recursos estratégicos y la dependencia económica de nuestro país.

No parece comprender el presidente la dimensión al detalle de los acontecimientos, el dilema es que personajes externos al gobierno, dependencias gerenciales de los grupos económicos y funcionarios de embajadas de potencias extranjeras, trabajan incansablemente para ejecutar el “reseteo” anunciado por Paolo Rocca, según publica el diario Página 12.

Lo que nosotros vemos y sufrimos desde Monte Quemado y seguramente de cualquier rincón del país es el Estado progresivamente desmantelado por las políticas de un gobierno libertario.   

El más contundente ejemplo es El DNU y la pretensión de Ley Ómnibus en principio la repudiaban diputados y senadores y estos mismos legisladores encabezados por el cordobés radical De Laredo, sin pudor ni vergüenza levantaron la mano y aprobaron convirtiendo al Congreso en un mercado persa, donde pareciera que todo, se compra, donde todo se vende, incluida la patria.

En toda regla hay excepción, pero la clase política argentina muestra signos evidentes de corrupción con una democracia aferrada a un sistema en el que el poder económico en los parlamentos hace inversiones comprado los votos de algunos elegidos por la voluntad popular, donde los peones de las bancas del PRO, aprietan o acompañan al Presidente según intereses de los negocios de su patrón Mauricio Macri.

Que Dios guarde a la patria.