Después de las últimas 35 sepulturas, de las cuales 25 corresponden al protocolo del Covid-19, la situación del cementerio de Monte Quemado es crítica. Se acabó el espacio del terreno y demanda urgente solución por parte de las autoridades del gobierno Municipal, quienes esconden y guardan silencio.

A la vez, trascendió que se analizaría la posibilidad de sepultar a los muertos por coronavirus a cajón parado.

Que una ciudad se quede en su cementerio sin espacio para enterrar sus muertos y sus autoridades no haber prevenido, es la más inaceptable e inhumana negligencia que pude observar en estos nuevos tiempos en un gobierno municipal.

Es increíble pero en el cementerio de la ciudad de Monte Quemado, cabecera del departamento Copo, ya no hay espacio para sepultar en las dos categorías y los últimos muertos prácticamente están siendo enterrados en una fosa común, sin qué los deudos puedan ubicar el lugar exacto donde descansan los restos de sus difuntos, privando la posibilidad de ubicar y construir una lápida.

El duelo forma parte de la psique del ser humano desde que poblamos el mundo por primera vez. Nuestros antepasados realizaban toda clase de rituales para poder decir adiós para siempre a sus muertos. Desde los antiguos egipcios, que se enterraban con objetos que les habían pertenecido, Los Indios enterraban a sus muertos sentados, dentro de tinajas y los argentinos  celebrando en la actualidad los días 1 y 2 de noviembre. La  muerte a los que estamos vivos  nos acompaña continuamente en el trayecto por la vida.

El problema es por falta de territorio, no hay donde construir nuevos monumentos (Capillas), y es poco el espacio que queda para continuar excavando y sepultar.

“Roguemos que en Monte Quemado nadie más muera, porque en este último pedacito de tierra que nos queda dentro del cementerio, vamos a tener que enterrar los cajones en posición vertical”, se lo escucho decir a un funcionario de la municipalidad en una conversación informal que nos obligó a investigar y confirmar que la situación del cementerio de Monte Quemado es crítica.  

Una vecina que vive en las inmediaciones del Cementerio expresó: “Si la situación se mantiene de esta manera, y el municipio no resuelve la demanda territorial, no habrá otra posibilidad que cremar a nuestros muertos, porque ya no queda espacio para ofrecerle cristiana sepultura a los que mueren de  Covid, ni tampoco a los que no tienen nichos, ya no queda espacio para construir nuevas capillas”.