La autopsia habría determinado que un adolescente de 14 años recibió un mortal disparo de escopeta en Copo, de abajo hacia arriba, con lo cual adquiere contundencia la hipótesis de una tragedia accidental.

El horror estalló el jueves pasado, a las 17, en el paraje Tres Luces, distante 15 kilómetros al norte de la ciudad de Monte Quemado (Copo). Allí, dejó de existir Cecilio Rojas, de 14 años, mientras cazaba conejos, acompañado por un amigo de 11 años.

La investigación del fiscal Santiago Bridoux avanzó con la Cámara Gesell al niño, a quien habrían asistido el viernes con psicólogos y otros funcionarios del Juzgado de Monte Quemado, trascendió.

En la ocasión, el testigo habría manifestado que el arma no era de ellos, sino que se la habían "sacado" a integrantes de una familia amiga.

Habría añadido que no vio el momento fatídico. "Estaba cerrando la tranquera" (de espaldas a su amigo), habría agregado, en alusión al campo privado en que ingresaron a cazar, movilizándose en una motocicleta enduro también propiedad de terceros.

Teoría de la caída

Ante la explicación del niño, los funcionarios habrían concluido en que al verlo imposibilitado de cerrar solo la tranquera, la víctima decidió ayudarlo.

A tal fin, descendió de la moto y se le precipitó al piso una escopeta. El golpe accionó el arma, cedió la seguridad, partió el disparo y mató al instante al adolescente.

En forma simultánea a la investigación, la Fiscalía autorizó ya la entrega de los restos del joven a sus seres queridos, quienes lo sepultaron en el cementerio local, en medio de escenas desgarradoras.