Pero no al gordo de la lotería, sino al ser humano que está dentro del gordo. Hoy me doy cuenta que en nuestra ciudad hay jueces, abogados y gente capacitadas para juzgar y condenar socialmente a los demás sin saber o preguntar cómo fueron los hechos.

Hasta los colegas de otros medios de comunicación se prestan al teatro mediático que se desarrolla en las redes sociales cuyos ideólogos son nada más y nada menos que los cabezas en este sistema político, perseguidor, dictador y corrupto que tiene en la actualidad implementando políticas de estados en nuestra ciudad.
¿Qué pasa? ¿Tanto miedo le tienen al gordo? ¿Tanto les duele sus publicaciones? ¿No existe acaso la libertad de expresión?
Y la sociedad termina siendo títere de este sistema perverso y dictador, porque al final se hacen las misma preguntas que yo me hago.
Lo más triste es que a lo lejos se ve que de su mismo entorno político son los cómplices y participes en cada comentario.
Claro, les duele que el gordo no piense como ustedes.
Lo que pasa que (El Rengo)… Así lo llama al gordo con cariño el cabecilla de la banda anarquista.
Lo que pasa que (El Rengo) dice las cosas con fundamentos.
Y es entendible que les puede molestar a las avispas cuando alguien mueve el avispero.
Así que pierden el tiempo en tratar de pegarle al gordo.
Primero hagan algo por ustedes que no andan muy bien que digamos.
Firma El Gordo.

Tomado de: Periodismo Independiente