Por Tony Villavicencio.-  El presidente de los argentinos, Javier Milikowqui, alias Milei, contra todo pronóstico se convence de su propia mentira, niega la cris de una realidad social y económica de la Argentina, organizando una fiesta en el Luna Park, en el intento de ocultar el hambre y la pobreza de millones de argentinos.

El presidente nos miente. Nadie puede negar el sufrimiento de los jubilados, de los miles de desocupados, la pobreza en cuatro meses alcanzo al 54% de la población y hay argentinos que nos mentimos a nosotros mismos para proteger la imagen de un gobierno de verdugos, padres del hambre y la pobreza a lo largo y ancho del país.

La clase media estamos soportando la más profunda crisis de toda la historia de Argentina, negamos que lo votamos, lo que nos permite actuar de manera inmoral, mientras el hambre, la desnutrición de niños y ancianos aumentan en las estadísticas, todos los argentinos se preguntan ¿Qué esperan nuestros diputados, senadores para obrar y hacer valer la Constitución Nacional en defensa del sufrimiento del pueblo argentino?

Esta nota podría explicar el comportamiento cuestionable en muchas áreas de la vida, más allá de las estafas a la fe pública que sembraron los medios del grupo Clarín, que acapararon los titulares en los últimos años. Principales responsables de la siembra del odio con las consecuencias de la tragedia social y política que hoy viven y sufren los argentinos.

El gobierno de Milei mantiene la conciencia tranquila. Se miente que el pueblo está feliz, hace fiesta “Pan y Circo”. Según la psicología, el autoengaño puede incluso haber evolucionado si empezamos a creer nuestras propias mentiras. La crueldad es extrema cuando el gobierno, para negar el sufrimiento del pueblo, imitando al Imperio Romano de Julio César, con el objetivo principal era de incrementar su poder y mantener contento a su pueblo en la miseria.

Al comprender los diferentes factores que contribuyen a trasmitir el autoengaño, podemos tratar de detectar cuándo podría estar influyendo en nuestras propias decisiones y evitar que estos engaños nos lleven a los argentinos a sufrir sin protestar.

La fiesta, en medio del hambre y la pobreza, creen los libertarios que ayuda a verlos mejores, cuando en realidad es el gran problema que hoy presenta el presidente de los argentinos Javier Milikowqui (a) Milei. Niega el sufrimiento del pueblo y se auto convence de sus propias mentiras.

Dios salve a la patria.