Los primeros pobladores provenientes del sur de la provincia, al encontrarse con esta extensa región de cenizas calcinantes y restos semi quemados de troncos carbonizados la denominaron Sacha Rupaj; puesto que eran quichuas y Sacha Rupaj quiere decir en esa lengua monte quemante o monte caliente. El nombre traducido al castellano se utiliza en forma oficial cuando el presidente José Félix Uriburu lo decreta y hace saber a la Dirección General de Ferrocarriles la creación del ramal.

Cuando llega el ferrocarril, que solía respetar el nombre con que los lugareños conocían ese lugar, quiso denominar a su destación, así como era llamado; entonces hizo una traducción que dejó oficializado para siempre el nombre del pueblo como Monte Quemado.

Indios belicosos

Las tribus indígenas que habitaron la zona antes de la llegada del ferrocarril fueron belicosos cazadores, llamado Los Copos, que obtienen su nombre de la voz quichua que nomina a las algas que crecen en las aguas quietas. Se instalaron cerca de las aguadas que dejaban las crecidas del río Salado.

Las referencias históricas cuentan que en tiempos anteriores al siglo XIX y de acuerdo a los restos arqueológicos encontrados, vivieron culturas correspondientes a los períodos Temprano y Medio, es decir, Mercedes y Sunchituyoj. Allí también estuvo asentada una reducción jesuítica, San José de Petacas. Toda esta región se conocía como Chaco Gualamba y comprendía varias provincias indígenas.

El nacimiento y evolución de Monte Quemado fue condicionado por el río Salado, el ferrocarril y su consecuente explotación forestal; al ser una franja de quebrachos y algarrobos milenarios que poseía una superficie de 13.785 km².

Como dato a tener en cuenta, anteriormente el departamento Copo tenía como cabecera a San José del Boquerón; pero con la llegada del ferrocarril pasó a ser capital y epicentro tanto económico como político y social la ciudad de Monte Quemado.

Fue fundada el 5 de octubre de 1932; aunque ya tenía asentamientos dispersos por toda la zona desde hace aproximadamente unos cien años. Estos asentamientos se comenzaron a organizar como pueblo con la llegada del ferrocarril en la década del ‘20, hasta el reconocimiento oficial de la Cámara de Diputados de la Provincia, mediante Ley de Fundación Nº 1176/33.

Recién en el año 1934 tuvo su primer comisionado municipal, Mardoqueo Sayago. En el año 1938 siendo comisionado municipal el señor Lorenzo Acuña, se hacen las primeras mensuras para conformar el plano oficial de Monte Quemado. Entonces se desmalezan, se trazan y nivelan las primeras calles del naciente pueblo, las existentes Avenidas 25 de Mayo y 9 de Julio con sus laterales, hasta entonces estas arterias eran senderos que se iban abriendo naturalmente a medida que los pobladores iban transitando.

La explotación forestal fue y sigue siendo la principal actividad económica en la zona, seguida por la ganadería y con menor relevancia la agricultura. Los productos de quebracho colorado fueron utilizados históricamente para la construcción de líneas ferroviarias y alambrados, así como para la extracción del tanino utilizado en las curtiembres.

Vivir sin agua es no tener futuro

Los pioneros debieron enfrentar la dureza del clima y la falta de agua. El ferrocarril transportaba los productos forestales producidos y los suministros de mercadería necesarios para consumo humano. En los primeros años el agua era transportada hasta el pueblo por línea férrea. Sin embargo, poco después de 1940 el suministro sería insuficiente para la población, por lo que tuvieron que realizarse las primeras perforaciones. Luego se inició la construcción de un canal que iba a partir del río Salado, llevando agua potable a las localidades del departamento Copo. En 1977 se inauguró el Canal de Dios, que desde entonces abastece a Monte Quemado.

El paisaje copeño en aquella época era muy distinto al actual. A metros de la población se encontraba el majestuoso Impenetrable, inexplorado por el hombre y plagado de tigres, suris, guanacos, guazunchas, jabalís y otras especies que hoy se encuentran en serio peligro de extinción.

La guerra y el consumo del tanino

En Monte Quemado se conserva todavía la antiquísima y derruida estructura donde antes funcionó la fábrica de Tanino, primera expresión industrial en el departamento Copo.

La instalación de Taninera Sociedad Anónima data del año 1941, oportunidad en la que los empresarios santiagueños Benigno Fraguas, Noguerol y Sánchez, construyeron la imponente edificación

Según versiones de algunos historiadores, esta empresa de capitales santiagueños al igual que la de Weisburd estaba subordinada al monopolio del tanino del quebracho impuesto por la Forestal de Chaco. Durante el período de la Segunda Guerra Mundial su producción fue constante y en aumento, a raíz de las demandas de tanino por parte de los países aliados.

Pero luego la Forestal impuso solamente una cuota del 2% de la producción total del tanino extraído del quebracho colorado. Y por supuesto, como aconteció también en su “melliza” de Weisburd (departamento Mariano Moreno), los excedentes se acumularon en los depósitos de las empresas argentinas. Solamente se trabajaban cinco meses al año con elevadas pérdidas en los meses restantes.

La Forestal, antes de cerrarla definitivamente, decidió adquirir la fábrica taninera de Monte Quemado en lo que fue una maniobra especulativa, puesto que compró la fábrica para cerrarla y abandonarla. Todo quedó inutilizado, al mismo tiempo que la firma eliminaba potenciales competidores para el mercado de compra de madera en la zona, dejando atrás la primera expresión industrial que se instaló a nivel local.