Una batahola entre dos familias de primos se encuentra próxima a ser enviada a juicio oral, pero la defensa requirió sobreseimiento y cambio de calificativa para el detenido sindicado de perpetrar un asesinato por no haber sido invitado a la cena.

El horror estalló en diciembre de 2020 en el paraje San Juan, distante casi 70 kilómetros de Monte Quemado, Copo.

Allí, una familia organizó una cena e invitó parcialmente a su grupo más allegado. En pleno jolgorio de vino, cerveza, lechones y cabritos, arribó un primo que había sido marginado del selecto grupo de comensales.

Eran cuatro en total los no incluidos en la lista. Éstos igual fueron a la fiesta, armados y dispuestos a todo.

Según la investigación de los fiscales Santiago Bridoux y Gabriel Gómez, Ricardo Silva, de 37 años, se llevó la peor parte tras discutir con Mario Aranda (24), quien puso fin al entredicho al extraer un cuchillo y herirlo en la zona intercostal derecha.

"Me han hincao", habría gritado Silva a la veintena de invitados. Otro de los comensales extrajo un revólver e hizo 3 tiros al techo, pero en el proceso hirió en el muslo a Aranda. En segundos, fue un todo contra todos con sillas y botellazos al aire.

Silva y Aranda habían sido llevados al Hospital de Monte Quemado, pero el primero fue derivado al Regional, ya que precisaba una transfusión de sangre. En medio de esfuerzos médicos, la vida se le esfumó de las manos casi 24 horas después.

Ahora, los fiscales pidieron que Aranda sea enviado a juicio por "homicidio simple". Enfrente, los abogados Sergio Brandán y Ricardo Juárez Rabí instaron al sobreseimiento, y/o cambio de calificativas a una figura relativamente menor. La decisión final es potestad de la jueza de Control y Garantías, Valeria Díaz.