La falta de educación, el escaso sentido de pertenencia y el vandalismo ponen en jaque a los espacios públicos de las ciudades de Monte QuemadoCampo Gallo.

Para dos ciudades distintas, una misma postal, que es provocada por inadaptados que destruyen lo que es de todos y los vecinos se quedan sin bancos en las plazas, sin juegos infantiles y en los barrios permanecen a oscuras, porque roban los focos y destruyen el alumbrado público.

Este fin de semana, los antisociales de la ciudad de Campo Gallo destruyeron el alumbrado público de la avenida Monseñor Gottau, que se extiende por 1.300 metros, uniendo los barrios Centro, Madera Dura y San Vicente.

Los desaprensivos robaron los cobertores y farolas, rompieron 36 luminarias, habiéndolas arrancado de cuajo, dejando los cables con corriente desprendidos y expuestos a los peatones.  

La postal no es nueva. Los vándalos, muchas veces adolescentes y jóvenes, obran con la complicidad de sus familiares y el silencio de algunos vecinos, que no quieren perder la comodidad y ponen en práctica el “no te metas”.

“Es muy feo tener que lidiar cotidianamente con la falta de respeto por el trabajo que realiza la municipalidad con tanto esfuerzo. Hoy es el alumbrado público, ayer fueron las flores, las plantas o el césped que uno cuida en la plaza, para que a pocas horas los inadaptados lo arranquen a patadas o las roben con total impunidad. Esto, además de tener un costo económico para el municipio, tiene un alto costo moral, expresó un empleado de la comuna, donde el boulevard Monseñor Gottau, por obra de los malvivientes que operaron en este fin de semana, se encuentra en toda su extensión a oscuras.

Monte Quemado

El secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Monte Quemado, Osvaldo Agel, dijo a El Municipal Web que “en nuestra ciudad, nuestro principal problema es el vandalismo, que nos destruye los focos del alumbrado público de los barrios y la constante reposición no implica gastos, que son significativos para el municipio”.

Por su parte, el secretario de Planeamiento, ingeniero Sergio Schavon, destacó que “en la obra de remodelación de la plaza, es permanente la ruptura de cantareros, los sócalos de la caminera y tenemos ciertos aparatos que forman parte de la modernización, que aún no los queremos instalar, porque tenemos miedo que los inadaptados los rompan mucho antes de que se concluya y se inaugure la obra”.

Desde este medio consultamos a los vecinos con respecto a los hechos de vandalismo y del uso actual que se le da a las plazas, esos espacios de recreación que otrora eran ámbitos de juegos entre padres e hijos, mates con amigos o algún paseo con los abuelos.

Los entrevistados coincidieron en afirmar que lamentablemente ya no hay seguridad en los espacios públicos, y en especial en la noche se transforman en el escenario de ‘fumatas’, ‘vagancia’ y terreno fértil para la delincuencia, y son estos los mismos violentos que rompen los bancos, roban los focos y destruyen el alumbrado público, porque precisamente la oscuridad es el escondite del delito”.