En lo que fue un juicio abreviado, el Tribunal condenó ayer a un vecino de la ciudad de Campo Gallo, departamento Alberdi, al hallarlo responsable de violar a una joven de 19 años.

De acuerdo con la investigación verbalizada por la fiscal Olga Gay de Castellanos, la jovencita fue víctima de los abusos en manos de Mario Adolfo Coronel, quien no pudo convencer al Tribunal que la relación fue consentida por la víctima, con quien mantenía presuntos encuentros amorosos de vieja data.

En las audiencias, la Fiscalía habría establecido que Coronel comenzó con manoseos a la jovencita. De allí, pasó a los ataques sexuales que desencadenaron en la denuncia policial.

Médicos y psicólogos

En el debate, la Fiscalía acentuó su acusación en base a los informes médicos y psicológicos. Por el contrario, en su defensa, Coronel habría indicado que no fue a la fuerza, sino propio de una relación consentida y que acordó con la joven los encuentros, los cuales fueron negados categóricamente por la víctima, informa El Liberal.

Finalmente, los cargos que se le formularon al inculpado fueron de “Abuso sexual con acceso carnal”.

Vía rápida

Cabe destacar que semanas atrás la Fiscalía y la defensa consensuaron un juicio abreviado que fue realizado por los vocales José Luis Guzmán, Élida Suárez de Bravo y Alfredo Pérez Gallardo.

En la primera audiencia, la víctima desistió de presentarse como querellante en el proceso. Esto hizo lugar a la intervención de los camaristas que se focalizaron en ambas partes, y por ello Coronel fue condenado a seis años y cuatro meses de prisión, medida de cumplimiento efectivo en un organismo de seguridad.

Desde esa posibilidad, el individuo necesitará cumplir las dos terceras partes de la condena para tener derecho a solicitar los beneficios emergentes.

Privado de la libertad

Para los expertos, Coronel deberá permanecer preso al menos durante cuatro años.

Luego, un juez analizará su situación y definirá su suerte final: casi siempre, recurre a los expertos para determinar la viabilidad, o no, de un beneficio que lo reintegre a la sociedad, situación que se habría originado por dos segundos de morboso placer.