A dos semanas de la desaparición de Jorge Rea (17 años), y el posterior hallazgo de un cuerpo carbonizado en Pampa de los Guanacos, se conocieron detalles escalofriantes de cómo se habrían desencadenado los hechos que derivaron en el brutal asesinato del adolescente.

El menor salió de su casa del barrio Canal de Dios el domingo 28 de febrero. Fue la última vez que lo vieron sus familiares, aunque de acuerdo con las investigaciones policiales, otras personas también lo ubican aún con vida el lunes 1 del corriente, por la tarde.

No obstante, la familia no se preocupó por su ausencia prolongada porque acostumbrada a “desaparecer” varios días, tiempo en el que se hospedaba en casas de parientes o amigos. Recién con el hallazgo de los restos quemados, el viernes 5 de marzo, la familia los relacionó con su ausencia.
A partir del espeluznante descubrimiento de huesos, ropa y plástico quemados en una zona montuosa de inmediaciones del predio del Club Hípico, el Ministerio Público Fiscal y los detectives de la División Homicidios comenzaron a investigar.
En el escenario del macabro hallazgo de restos óseos había partes de ropa quemada que habría sido reconocida por la familia Rea como perteneciente a “Pilo”. Además, era la única persona desaparecida en Pampa de los Guanacos.
Con la punta de ese ovillo, las profundas averiguaciones llegaron hasta los sospechosos.
De acuerdo con las investigaciones y lo que develó uno de los que habría participado del hecho, se pudo desandar el presunto camino de la víctima hasta llegar a su asesinato.
El lunes por la noche, “Pilo” estuvo “tomando” con los sospechosos. En esa circunstancia, cuando las bebidas espirituosas comenzaron a hacer mella en el ánimo de la víctima y de otro de los participantes, afloraron viejos rencores y se produjo una discusión, ocasión en la que “Pilo” le pegó una trompada en la boca y se marchó.
Posteriormente, cuando “Pilo” se dirigía a una cancha en busca de señal de celular, dos compañeros de copas, entre ellos el agredido, lo siguieron. Lo sorprendieron en el predio deportivo y lo atacaron a golpes. La víctima cayó, se golpeó la cabeza con una columna de cemento que sostiene el alambrado de la cancha y perdió el conocimiento, habría revelado el sospechoso. Los agresores trataron de reanimarlo, pero no reaccionaba. Ahí habría surgido la idea de hacerlo “desaparecer” para no quedar “pegados” con la muerte del menor, aunque aún no se sabe si solo estaba desmayado o sin vida.
En un plástico de silobolsa, atado en los extremos con alambre, cargaron el cuerpo unos 800 metros, ocasión en la que descansaron varias veces en el camino por el peso, hasta llegar al monte cercano al Club Hípico, donde finalmente lo cubrieron de leña, le arrojaron nafta que sacaron de una moto y le prendieron fuego.
La investigación derivó en allanamientos en Pampa de los Guanacos y Monte Quemado, oportunidad en la que apresaron a dos hombres de apellidos Prado y Cano; el primero excuñado de la víctima. Secuestraron una moto, perteneciente al segundo nombrado, vecino de Monte Quemado, y la ropa que ambos vestían el lunes 1 de marzo por la noche. Los dos están imputados de homicidio calificado por ensañamiento.

Sospechan que lo quemaron al menos dos veces

Un poblador que buscaba uno de sus animales yeguarizos en la zona montuosa cercana al predio del Club Hípico fue el que encontró el cadáver totalmente carbonizado, lo que dificultó su identificación y esperan resultados de ADN para determinar científicamente que se trata de “Pilo” Rea. Es que solo había huesos quemados.
En este sentido, de acuerdo con la intensidad del fuego que consumió el cadáver, los investigadores estiman que el cadáver fue quemado al menos en dos oportunidades; o sea que los autores del asesinato regresaron al lugar, volvieron a arrojar leña, nafta y un fósforo encendido. Eso tuvo que ser entre el lunes 1 de marzo por la noche y el día siguiente, porque el miércoles de esa semana llovió, afirmaron fuentes ligadas con la investigación.

Falta parte de la silobolsa de una medianera

La reconstrucción de los hechos en base a las investigaciones y lo que habría indicado uno de los supuestos participantes del hecho, reveló que uno de ellos fue hasta la casa de una mujer, de donde trajo un pedazo de silobolsa, que habría sido utilizado para cargar el cuerpo de la víctima en andas hasta el lugar donde fue descubierto carbonizado. En el sitio del macabro hallazgo encontraron restos quemados de plástico de esas características.
Asimismo, se habría comprobado que la medianera de la casa de la citada mujer está construida con silobolsa, donde le faltaría un pedazo, como si lo hubieran cortado. Los investigadores tratarán de determinar si los restos de plástico encontrados en el escenario del hecho tienen las mismas características de la silobolsa de la casa de la mujer.

Fuente: Nuevo Diario