Cerca de las doce del mediodía de ayer, Jorge llegó en una motocicleta a la casa de su exsuegra, identificada como Felipa Antonia Correa, de 39 años, ubicada en avenida Las Heras del barrio El Porvenir.

Irrumpió en la propiedad y se dirigió al patio, donde el ama de casa estaba cocinando.
De acuerdo con lo manifestado por los vecinos del sitio, Jorge le preguntó a Felipa: “Dónde está Yéssica”. Por lo que la mujer le respondió: “Está en la casa de una amiga, aquí cerca”.
Jorge salió de la casa y se retiró en su motocicleta. Pasaron unos 10 minutos, cuando el agresor regresó nuevamente a la propiedad de su exsuegra.
Se detuvo delante de la madre de su expareja y extrajo una escopeta que tenía oculta en una campera, y abrió fuego. Le disparó en el pecho. Luego, se retiró.
La mujer caminó y quedó tendida sobre la cama de uno de sus hijos. Los vecinos, al advertir el estampido y al divisar a Jorge salir rápidamente de la casa, alertaron a la Policía. Los uniformados de la Comisaría Comunitaria 22 de Monte Quemado se hicieron presentes en el inmueble.
Felipa fue trasladada de urgencia al hospital zonal de Monte Quemado, donde ingresó sin vida.

Femicidio de Yéssica
Jorge recorrió unos metros en su motocicleta, hasta que encontró a su expareja. Yéssica estaba en la vereda de la casa de una amiga, junto al hijo que tuvo con Jorge. El sujeto descendió del rodado e interceptó a su expareja.
Tenía entre sus manos la campera, que ocultaba la escopeta. Se acercó a Yéssica y comenzó a insultarla. Luego, habrían mantenido una discusión y le apuntó con el arma. La joven madre advirtió la situación, por lo que intentó escapar, pero fue baleada. Sufrió el impacto a la altura del abdomen. Yéssica cayó ensangrentada al piso sin vida.
El agresor se habría quedado unos minutos mirando el cuerpo sin vida sobre el charco de sangre de la joven víctima. Los vecinos que alertaron la situación le preguntaron: “Qué hiciste, hijo de p…”, mientras el hijo de Yéssica junto a otros niños que jugaban en el lugar fueron encerrados en una de las casas de la zona.
Tras contemplar la escena, el peón rural emprendió la fuga del sitio.
Los vecinos llamaron a la Policía, por lo que conjuntamente con el fiscal de turno de Copo, Dr. Santiago Bridoux, se hicieron presentes en el lugar de los horrendos crímenes.
Los efectivos de la División Policía Científica de la Capital se trasladaron hasta el trágico escenario, donde realizaron los trabajos de fotografías y planimetrías en el inmueble donde fue asesinada la exsuegra y en la vereda de la propiedad, donde fue ultimada a sangre fría la joven madre delante de su hijo.

Los uniformados realizaron un relavamiento vecinal y una inspección ocular en los cuerpos.
Los cadáveres de las mujeres fueron trasladados a la morgue judicial del hospital Independencia, donde se llevará a cabo la autopsia a requerimiento del fiscal Bridoux.

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“Voy a entregarme, ya las maté” 

Ante la mirada de los vecinos que fueron los testigos del brutal crimen de Yéssica Viviana Palmas, su verdugo —Jorge Vidal Fecha— ascendió a su motocicleta y emprendió la fuga.
Uno de los vecinos del lugar le dijo: “Adónde vas, mirá lo que hiciste”. El homicida, según indicaron los ocasionales testigos, puso en marcha su rodado y con la mirada fría y sonriendo dijo: “Me voy a entregar, ya las maté”.
Vidal Fecha condujo hasta la sede de la Comisaría Comunitaria 22 de Monte Quemado, donde se presentó ante los uniformados. Puso la campera donde tenía oculta la escopeta calibre 16 con la que ultimó a quemarropa a su expareja y exsuegra y se entregó. El mismo quedó detenido, a requerimiento del fiscal Santiago Bridoux.
Según se conoció, el agresor fue imputado de los supuestos delitos de femicidio en perjuicio de su expareja, Yéssica Viviana Palmas; y el delito de homicidio, en perjuicio de su exsuegra, identificada como Felipa Antonia Correa.

“A vos también te voy a matar” 

Tras asesinar a Yéssica, quien cayó sobre un charco de sangre en la vereda de la casa de su amiga, Jorge Vidal Fecha quedó contemplando el cuerpo sin vida de la joven y frente a él estaba su hijo.
De acuerdo con lo manifestado por los vecinos a la Policía, el agresor se acercó al niño, le acarició la cabeza, mientras éste lloraba mirando a su madre ensangrentada.
Jorge se arrodilló delante del niño y le dio un beso en la frente, le acarició el cabello y escapó.
Un vecino, en ese momento, intentó retenerlo. Pero Fecha reaccionó de manera violenta y le dijo: “A vos también te voy a matar”.
Posteriormente, el vecino hizo ingresar al niño a su casa y el agresor se dio a la fuga del sitio con rumbo desconocido.

El “motivo” que desató la masacre 

Mientras la Policía y el fiscal Santiago Bridoux llevan a cabo las pesquisas correspondientes para establecer el móvil que desató la tragedia en Monte Quemado, se conoció que una venganza familiar sería el principal motivo que tuvo el homicida para “regar” con sangre la ciudad.

Jorge Vidal Fecha sospechaba que Yéssica había puesto fin a la relación que mantenían por “consejo” de su madre, quien la habría apoyado para que la joven mantuviera un romance con otro sujeto. Eso habría decidido al homicida, para matarlas a sangre fría sin justificativo alguno.

Era devoto de “San La Muerte” 

Jorge Vidal Fecha era un peón rural que trabajaba en un campo en la zona. Era devoto de San La Muerte, por lo que constantemente realizaba publicaciones en su perfil de Facebook y oraciones a su santo.
Fotografías, estampitas y hasta un tatuaje rendía tributo al santo que veneraba. Siempre su santo tenía una vela encendida, mientras pedía beneficios.
El devoto era considerado por Yéssica como una persona “agresiva y violenta, que no controlaba sus impulsos”.

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Fuente: Nuevo Diario