Un menor fue la pieza clave para ponerle luz a un robo de 30 mil pesos, perpetrado en la madrugada de ayer en la ciudad de Quimilí.

Un ciudadano de 57 años de esa ciudad, residente de la zona centro, cerca de las 4 de la madrugada, se presentó en la Policía y denunció que delincuentes ingresaron a su domicilio y lo despojaron de la suma de 30.000 pesos.

La Policía realizó un recorrido por las calles de la ciudad, observando en actitud sospechosa a un adolescente, al que ubicaron en la esquina de calles Rivadavia y Tucumán.

Al interrogarlo sobre su identidad, y la edad, se determino que tenía 15 años. Se le encontró en su poder la suma de 2.960 pesos y un teléfono celular, elementos que no supo justificar su procedencia y finalmente confesó que había ingresado al domicilio del denunciante, con la complicidad de dos amigos mayores, quienes los investigadores intentan ubicar y proceder a su detención.

De esta manera y anoticiado del caso, el fiscal de turno ordenó la aprehensión de los cómplices y que el menor permanezca demorado, previo comunicársele a los padres de su situación.